Exprimir la gallina de los huevos de oro. Ese es la estrategia de la Fórmula 1 para la próxima temporada. Los jefes de la F1 ya están trabajando en el calendario de carreras para 2023. De momento asciende a 24 carreras y donde se hecha de menos a varios históricos circuitos del Gran Circo.
El próximo curso entrarán en el calendario los eventos de Qatar y Las Vegas. Pero para esas entradas, debe de haber salidas y todas las papeletas apuntan a Francia y Bélgica. Además, hay una reunión la próxima semana con los promotores de Kyalami (Sudáfrica) para el regreso de la Fórmula 1 a África.
China está tocando muy fuerte a la puerta de Liberty Media, ya que una disminución de su política frente al coronavirus provocará el regreso del gigante asiático, y más con el buen hacer esta temporada de Guanyu Zhou.
Los organizadores de Spa-Francorchamps podrían compartir carrera con otro país y celebrar un Gran Premio cada dos años. Eso justificaría la alta tarifa de entrada. En Portimao piensan igual y podrían participar en el sistema de rotación.
Además, los jefes de la Fórmula 1 creen que la carrera en Mónaco no es vital para la competición. El contrato con el principado expira a finales de año. Y es posible que no se renueve a menos que Montecarlo esté dispuesto a renunciar a algunos de sus privilegios.
Montecarlo paga entre 10 y 15 millones de dólares, significativamente menos que cualquier otra carrera. Para el resto el canon comienza en 25 millones. Pero ese no es el quid de la cuestión. Mónaco le arrebató a Bernie Ecclestone algo que duele mucho a la FOM.
El Principado produce las imágenes de televisión por sí mismo y, por lo tanto, determina qué patrocinadores se muestran y con qué frecuencia. Esto es una espina clavada en el costado de la Fórmula 1. Uno de los mayores problemas de Liberty es la publicidad perimetral de TAG Heuer. Rival directo del patrocinador de la competición, Rolex.
El punto final es que Montecarlo no se ha mostrado dispuesto a modificar la pista para facilitar los adelantamientos hasta ahora. La propuesta de saltarse la chicane y ensanchar la pista ha sido rechazada hasta el momento.
El juego del tira y afloja comienza entre ambas partes. Mónaco quiere seguir como hasta el momento, mientras Liberty Media piensa que no le está pidiendo lo imposible, mayor canon por temporada, modificaciones en el trazado y menos privilegios.
¿Quién saldrá victorioso de la negociación?.