¿El espectáculo o la tradición? La Fórmula 1 rompe los récords de audiencia, pero también con sus raíces

Para el aficionado promedio a la Fórmula 1, Stefano Domenicali suena a Ferrari, acompañando a Kimi Räikkönnen, a Felipe Massa, evidentemente a Fernando Alonso. Uno podría ser disculpado por pensar que el italiano es alguna variedad de ingeniero.

La realidad es que Domenicali es un especialista en negocios. Hijo de un banquero afincado en Imola, es ahí dónde encontró su pasión por el automovilismo; su carrera en el Cavallino no empezó en las oficinas de diseño, sino entre los cubículos de contabilidad y finanzas.

Su indudable don de gente le abrió las puertas a la dirección de los equipos de carreras de la marca, pero su sólida formación desvela su auténtica vocación: Domenicali es un excelente hombre de negocios y los resultados son evidentes.

Apenas el 6 de mayo pasado, presentando el informe trimestral de resultados del Grupo de Fórmula 1 ante los accionistas de Liberty Media el italiano fue contundente:

“Las plataformas digitales de Fórmula 1 durante el Grand Prix de Imola experimentaron un incremento de 36% de visualizaciones digitales con respecto al año pasado; 149 millones de sesiones de video, más de 43% sobre el mismo evento del 2021”.

Para ponerlo en lenguaje llano: La audiencia mundial de F1 está explotando, a un ritmo incomparable con algún otro deporte profesional en alguna parte del mundo.

f1.com

No es difícil entender ahora por qué el idilio con el mercado Norteamericano con la máxima categoría es algo tan precioso para su directiva. El propio Domenicali lo expone con números:

“Anunciamos el debut del Gran Premio de Las Vegas para el año 2023. Una carrera nocturna que se desarrollará la noche del sábado, en la icónica “Strip” de la zona de casinos.

Durante las siguientes 24 horas posteriores al anuncio, los operadores de reservaciones registraron más solicitudes de hospedaje que nunca en la historia. El anuncio provocó 4 veces más actividad de redes sociales que el anuncio de la asignación a Las Vegas del Super Tazón 2024”.

Ha pasado desapercibido un cambio crucial, la F1 ha decidido organizar por si misma el GP de Las Vegas, prescindiendo de un organizador local.

Aunque no lo anunció explícitamente este será un modelo que crecerá en las nuevas sedes que la categoría considere estratégicas:

“Son precisamente las nuevas oportunidades que nos han motivado a ser los propios promotores de esta carrera. Creemos que este nuevo rol nos proveerá de mucha experiencia interna que podremos utilizar a nivel global”.

Las piezas del rompecabezas empiezan a formar una mejor imagen, la F1 tiene una dirección clara para conseguir incrementar la audiencia: generar mejor espectáculo, rodearlo de una atmósfera excitante y venderlo de manera generalizada.

f1.com

Las sedes de los Grandes Premios, en consecuencia deberán contar con la tríada de los negocios modernos: Accesibilidad, facilidad de difusión y buen potencial de venta cruzada con otros negocios.

Así que, bienvenidas serán las sedes que ofrezcan todas las facilidades para que la administración de F1 controle hasta casi el último detalle de la organización, de la difusión y la comercialización de todos los eventos relacionados con el Gran Premio.

Hablando solo de tres ejemplos que han circulado como posibles sedes que saldrán del calendario en los siguientes años a pesar de su peso histórico. Veamos su situación.

Spa Francorchamps es una región montañosa, alejada de cualquier centro atractivo al turismo y con pocos servicios de hospitalidad comparados con cualquier ciudad de más de 100,000 personas. Es un destino para los que gustan del campismo y la naturaleza, y con un presupuesto ajustado.

Por otra parte, el circuito Paul Ricard sufre por su lejanía y baja urbanización. Esto hace que la visita al circuito se convierta en una excursión. Le Castellet, la población nominalmente sede del circuito, es un pueblo histórico protegido por las autoridades francesas. Su población actual es de menos de 5000 personas.

Mónaco, es un caso especial, cuya organización está extremadamente ligada a la historia de la F1. Anteriormente era, todavía es para muchos, el epicentro del glamour de la categoría.

Es un símbolo. Ese mismo argumento se vuelve en su contra: la directiva de Liberty decidió hace tiempo romper la imagen de deporte de élite, de los hombres ricos, viejos y blancos. Es precisamente el peso de su historia lo que le pone ahora en peligro.

f1.com

El principado promueve los valores que se oponen a la imagen que Domenicali promueve y que la nueva generación de seguidores alimenta: inclusión, emoción y modernidad; un espectáculo como ningún otro, pero abierto a todos por 9 dólares al mes.

Mientras que las voces de los medios especializados se levantan, blandiendo que ‘los auténticos fanáticos’ de la F1 están en contra del espectáculo a la ‘americana’. El peso de los hechos se deja sentir en el número de sedes interesadas en organizar un GP.

Mucho se ha citado que las 30 fechas potenciales que el CEO de la F1 ha comentado como viables para incluir en el calendario. 30 eventos a los que todos los involucrados se oponen. Para este problema el mismo Domenicali ofrece una alternativa:

“Este es un gran momento para maximizar las oportunidades, para alinear todas las sedes que pueden ser las mejores para el futuro de la Fórmula 1.

No obstante, no negamos la posibilidad de tener algunos eventos que se programen de manera rotativa, para tener la posibilidad de desarrollar múltiples mercados. Esta es la base de nuestra estrategia para elaborar los calendarios a futuro”.

¿Cuál será el futuro calendario de la máxima categoría? ¿15 circuitos urbanos con unos pocos trazados tradicionales seleccionados, sólo para preservar la esencia del Gran Circo?

¿Habrá posibilidades de más sedes que combinen los trazados tradicionales con áreas urbanas interesantes, al estilo de COTA-Austin en Texas?

Esa, estimado lector, es una pregunta que le extendemos. ¿Cuál es el camino que le gustaría que la Fórmula Uno siga para el futuro?