El Gran Premio de Miami no ha comenzado con el pie derecho para Fernando Alonso, después de quedar fuera en la segunda ronda de calificación. El Alpine del asturiano pintaba buen ritmo y parecía cosecharía algunas rosas en el circuito ubicado en Miami Gardens.
Lo que parecía una vuelta para colarse a la Q3, se vio coartada. El infortunio vino cortesía de su compatriota y fan de la infancia, Carlos Sainz. El madrileño destrozó la vuelta de calificación del asturiano. El enfado de Alonso no se hizo esperar y descargó su ira y frustración por la radio:
“El Ferrari ha destrozado mi vuelta, no sé quién de los dos ha sido. Lo he tenido delante mío desde la curva 11 hasta la 16. ¿Están ellos en Q3? Supongo que sí, ese puesto debería ser nuestro. Veremos cuantas posiciones de penalización le ponen».
La frustración de Fernando es comprensible pues el momentum que traía era para más. Aunado a eso, la dirección de carrera no tomará acción alguna respecto al desafortunado altercado.
Por su parte, Alonso lamenta profundamente el incidente pues estaba seguro del ritmo y las sensaciones positivas del auto. En cuanto a su enfoque para la carrera es realista y augura la aparición del Safety Car:
«Ha sido una pena, pero en la última vuelta no pudimos marcar tiempo. Un Ferrari estaba en medio durante todo el segundo sector. Salí de la curva 16 una décima mejor, es casi inaceptable. De cara a mañana, es difícil adelantar pero habrá coches de seguridad y oportunidades. Veremos lo que podemos hacer».
Es casi seguro que Fernando encuentre el ritmo, esperemos que el auto le permita una buena remontada. Sólo es cuestión de horas para ver si Alonso puede romper con esa sequía de puntos que se extiende desde Bahréin.
Ambos Alpine deben de remar muy fuerte, en especial su coequipero, Esteban Ocon, que tuvo un desafortunado encuentro con las barreras y no pudo participar en en la clasificación.