Por décadas la F1 ha estado asociada a la bahía de Montecarlo que, entre princesas, yates y magnates, han tenido una relación sólida y mutuamente benéfica. Como todo buen matrimonio arreglado han sabido llevar su relación enfocándose en lo que conviene a ambos. Por años han volteado hacia el otro lado cuando enfrentan lo que odian el uno del otro.
Todo ha sido hermoso. Hoy por hoy la Fórmula 1 es un negocio multimillonario que, además, es el espectáculo deportivo regular que más crece anualmente. Mónaco es una de las referencias turísticas más importantes del mundo, un sitio donde los multimillonarios van a vivir y depositar su dinero.
El trazado monegasco se siente cada día más como un anacronismo, y la nueva generación de monoplazas no hacen sino acentuar la percepción. Con más de 800 Kg y más de 4 m de largo, los autos se ven tan ágiles por las calles del principado como los lujosos buques que están atracados en su puerto.
@McLarenF1
McLaren enfrenta la singular fecha del GP de Mónaco con un monoplaza que sufrió una serie importante de modificaciones apenas hace unos días en el circuito de Barcelona. Por un lado, Lando Norris ejecutó una conducción brillante, bordando en heroica al conseguir clasificarse 8° a pesar de la fiebre que le causó un cuadro de amigdalitis tan severo que estuvo al borde de no poder competir.
Daniel Ricciardo continua perdiendo velocidad y enfrenta las alarmas que le advierten de una inminente picada de forma que pueden llevarle sufrir del acoso de los medios por el resto de la temporada.
Aun así, el Jefe del equipo en Woking, Andreas Seidl, encuentra razones de entusiasmo:
“¡Estoy ansioso porque empiece este fin de semana! Mónaco es tan histórico y especial que los pilotos y el equipo lo adoran y esto pinta para ser un buen fin de semana. Nuestras actualizaciones en España trabajaron tal y como lo esperábamos y todo mundo en la fábrica está trabajando de manera increíble para optimizar el auto.
Va a ser muy interesante ver cómo se mueven los nuevos autos en este circuito. Estas calles ponen a prueba a todos los pilotos con muy poco margen de error y la probabilidad de que encontremos un Auto de Seguridad será muy alta. ¡Vamos a darle con todas nuestras fuerzas!»
Norris recordó la carrera del año pasado dónde pudo colocar a su McLaren en el podio:
“Siempre me entusiasma venir a Mónaco. El año pasado fue fantástico para mi y aunque no estamos a ese nivel todavía, espero que podamos llevarnos muy buenos puntos esta ocasión”.
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Ricciardo está al otro lado del espectro en cuanto a forma en relación a su compañero y varias voces dentro del paddock ya empiezan a notar impaciencia en la directiva de su equipo, sin embargo, el siempre sonriente australiano encontró en la esperanza su mejor argumento:
“Vengo de una carrera muy difícil y estoy dispuesto a meterme de lleno en el ambiente de Mónaco. Tengo mucha historia con esta carrera y espero poder hacerla valer con este coche y conseguir unos puntos para el equipo.
“Sacando lo positivo de España. Tengo mi cabeza llena de datos y con los ingenieros encontraremos la manera de ubicarnos lo mejor posible para la carrera. Hemos aprendido mucho del coche, particularmente después de tener las actualizaciones. Estoy confiado en que seguiremos mejorando”.
Ciertamente vendría bien a Ricciardo una buena actuación en este circuito que siempre se le dió. Sin embargo, en su estancia con McLaren, su estilo de conducción ha sido siempre el opuesto al que los monoplazas papaya requieren.
Mónaco puede ser su última esperanza. Ya lo descubriremos este domingo por las calles del principado.
