Detrás de la apabullante maquinaria de mercado que antecede al GP de Miami, muchos analistas de ambos lados del Atlántico ven con preocupación la nueva tendencia. La Fórmula 1 se aleja de Europa, de Sudamérica, de África.
El medio oriente tiene una presencia cada vez más fuerte en todos los sentidos, con Arabia Saudí, Qatar, Abu Dhabi y Bahréin llenando una porción enorme del calendario. Sólo el brote del COVID-19 detuvo la expansión en Asia, y ahora tras el anuncio de Las Vegas, Estados Unidos se queda con una rebanada enorme del pastel.
Más allá del número de fechas, Estados Unidos rompe con la tradición de la F1 de muchas formas. La infraestructura, las comunicaciones, el espacio, todo es más fácil de organizar allí, todo se puede construir en América, todos y todas son bienvenidos en los eventos.
Es el sueño de los patrocinadores, con conciertos, fiestas y una multitud de eventos que tienen a los pilotos y los propios jefes de equipo como estrellas. El ‘Crisol de las Culturas del mundo’ es insuperable en muchos planos para cualquier fecha europea por dónde quiera analizarse.
No es gratuito que el Automóvil Club de Mónaco haya salido al paso de las especulaciones y declarara su voluntad de continuar muchos años en el calendario. Montecarlo hasta ahora había sido la piedra clave del calendario de la Fórmula 1, pero su propio nombre es insuficiente para competir con los beneficios que el mercado más grande del mundo ofrece.
Pero ¿acaso no pueden convivir los nuevos eventos como Miami, Las Vegas, Singapur y Arabia Saudí con Mónaco, Spa Francorchamps o Paul Ricard?
Zak Brown, CEO de McLaren Racing, que además del equipo de F1 tiene varias operaciones en seriales norteamericanos como IndyCar, opina que si:
“La gente me pregunta todo el tiempo ¿cuál es el mejor GP? y, la verdad, no puedo elegir solo uno. Son varios que están por ese nivel y que lo son. Creo que Miami va a poner una marca muy alta para todos. Pero Singapur es un evento increíble, igual Mónaco, Silverstone o Abu Dhabi, hasta en Australia se agotaron las entradas este año.
Todos reconocen al Super Tazón cómo el mejor evento deportivo del mundo. Pero Abu Dhabi tuvo una audiencia más grande. Quizá la final de la Copa Mundial de Fútbol siga siendo la más grande en general, pero eso es cada 4 años y aquí tenemos 23 carreras, así que son 23 Super Tazones”.
Reconociendo que 23 ya es un número enorme y que no hay espacio posible para todos, Brown propone una solución salomónica:
“¿Cuándo puedes decir que es demasiado? Todo el mundo siente que esto es lo máximo posible. Entonces por qué no agendas 17 y mantienes a 5 fechas que se pueden rotar cada año. Que se alternen entre varios organizadores, así tenemos el calendario de 23 y mantenemos la viabilidad. Lo cual es muy importante”.
Para el promotor principal de la carrera en Miami, Tom Garfinkel, el calendario de la Fórmula 1 puede balancear los circuitos clásicos de la categoría junto con las nuevas sedes:
“Definitivamente creo que hay espacio para las carreras tradicionales, que son centradas en los circuitos mismos. Y también espacios como Miami dónde todo es diferente.
Hay lugares sagrados. No deben de ser cambiados necesariamente; aunque creo que algunos elementos se pueden mejorar. Para mi, independientemente de dónde se corra, se debe priorizar la acción en pista, obvio. Pero lo que construyas alrededor puede ser muy diferente de acuerdo al mercado dónde convivas”.
Cuestionado específicamente sobre si su sede y la icónica Mónaco, que comparten la misma estética costera y de glamour, pueden coexistir, Garfinkel es claro:
“Absolutamente sí, son muy diferentes. La historia, la tradición de las calles de Mónaco, son únicas, es un lugar hermoso. Este es nuestro primer evento, esperemos que la carrera sea genial. Esperamos crear una tradición en los años por venir, que sea un gran lugar para venir a correr.
Todo lo que construimos alrededor se basa en nuestro deseo de hacer todo divertido, de generar experiencias únicas. Pero siempre tendremos al centro organizar una gran carrera”.
Detrás de toda resistencia al cambio siempre hay miedo a perder los beneficios ya ganados. En el caso de los circuitos de Gran Premio también hay una profunda nostalgia. Por los grandes pilotos, por las viejas historias, por los grandes momentos.
Hay también cierta arrogancia. Las viejas raíces europeas de la Máxima Categoría con su constante preocupación por conservar lo puro, lo auténtico. A veces esa preocupación ensalza un pasado gris, que tuvo momentos brillantes. Con campeonatos como el de 2021, es posible darle una oportunidad al futuro, a las nuevas sedes de neón y atracaderos de aguas de policarbonato.
Las acciones en pista hasta el momento justifican los cambios.