Sergio Pérez encara la temporada europea con una sensación de insatisfacción. No por estar a disgusto en su equipo, sino por haberse quedado con la miel en los labios de un mejor resultado en las últimas carreras.
En el pasado GP de Miami, el natural de Guadalajara estuvo muy cerca de lograr el podio, pero la defensa de Carlos Sainz con su Ferrari se lo impidió. Pero a pesar de lograr un buen botín para su equipo, el mexicano siempre quiere más.
En la rueda de prensa de la FIA del GP de España, Checo reconoció que terminó triste por no haber logrado el podio en Miami:
«Miami fue una semana loca para todos nosotros. Max consiguió la victoria y yo acumulé puntos importantes, no me fui satisfecho. Siempre quiero estar en el podio. Sabía que tenía el ritmo para vencer a los Ferrari, así que estaba frustrado. Si puedo tener un fin de semana consistente en el auto, entonces sé que puedo estar ahí arriba. Max y yo estaremos presionando para repetir doblete de Imola.»
Recientemente ha estrenado paternidad, y sería un bonito regalo darle la victoria a su retoño en una pista en la que es muy difícil adelantar, por lo que la clasificación será clave:
«Conocemos muy bien la pista en Barcelona debido a las pruebas de pretemporada. Pero el auto que probamos en febrero es muy diferente del auto que manejamos ahora, en el buen sentido, y será interesante ver los logros que hemos logrado desde entonces.»
Sin embargo, no espera grandes cambios en su coche para esta carrera, pero sí los espera de Ferrari, por lo que estarán al tanto de su mejora:
“Sin duda, Ferrari mejorará su rendimiento, veremos en qué medida y luego intentaremos reaccionar y seguir empujando con el desarrollo. La temporada es muy larga. En Miami, por desgracia, el problema técnico que me quitó la velocidad punta me impidió subir al podio. Tuve que arriesgar el ataque a Sainz en la curva 1, pero el ataque no fue exitoso.»
La batalla por el mundial está al rojo vivo entre Red Bull y Ferrari. ¿Quién saldrá victorioso del Circuit de Barcelona-Catalunya