Salía en P5 tras una gran clasificación para el equipo Haas, estando su compañero, Mick Schumacher, P6. La lluvia trajo sorpresas el sábado, pero, no esperábamos tantas.
Kevin Magnussen salió emparejado con el británico, y en la curva 1 estuvo en el interior, movimiento que compromete la posición en la curva 2, que te deja en el exterior y con menos posibilidades de adelantar. En el intento de adelantamiento por el exterior de la curva 3, él y Lewis Hamilton tuvieron un pequeño toque que dejó al de Haas con el aletín derecho colgando. En principio, este pequeño daño no comprometía la carga aerodinámica, pero Esteban Ocon creyó que se podría caer:
«Sí, puedo ver que está colgando, se va a caer. Si lo pierde, me golpeará en la cara».
Control de Carrera escuchó el mensaje del francés, y en la vuelta 7 le mostraron la bandera negra con punto naranja. Esto se traduce en que debía parar a cambiar el alerón, comprometiendo la estrategia del piloto ya que, de neumático medio pasó al duro, el cual le aguantó hasta la vuelta 70. Finalmente, puesto que sus gomas estaban destrozadas, la pérdida de tiempo fue dantesca y descendió hasta el P17, siendo el último tras los abandonos de su compañero, Sergio Pérez y Yuki Tsunoda:
«Estaba hablando con Ocon ahora y estaba bromeando sobre cómo le dijo eso a la FIA. Si sabes que puedes influir en la FIA de esa manera, lo vas a hacer, ¿no? Y es lo que hizo, y jugó limpio.
Pero tienen que dejarnos conducir con esa mierda, no es nada. Solo tuve un poco de contacto, nada serio. Me rasguñé un poco el alerón delantero y luego me dijeron que entrara a boxes».
Esta decisión le hizo darse cuenta de que, incluso los pilotos o equipos, no saben del todo cuáles son las reglas exactas. Como afirma Magnussen, su alerón estaba descolgado, no roto:
«Pensé en Jeddah el año pasado. Lewis Hamilton ganó la carrera con medio alerón delantero, lo que creo que es correcto. De repente se siente muy diferente. En Mónaco no nos dan la salida porque empezó a llover mucho, y luego aquí me llamaron porque tengo un rasguño en el alerón delantero».
Tras la parada en boxes, el equipo y el piloto ya sabían el final que les esperaba en caso de que no ocurriese nada raro, como una bandera roja. Solo salieron dos Virtual Safety Car y un Safety Car que no ayudaron mucho porque aún debía desdoblarse:
«Tratamos de hacer el resto de la carrera con el neumático duro, aún sabiendo que sería muy difícil. Durante la carrera estás tratando de abrirte camino hacia los puntos, nunca sabes lo que puede pasar, así que estás presionando lo más que puedes. No salió nada, pero lo intentaremos de nuevo la próxima vez».
Lo que parecía un fin de semana para conseguir una buena cantidad de puntos, terminó siendo en el que probablemente sea el peor fin de semana de Haas en esta temporada. Para Magnussen debió ser frustrante estar 63 vueltas pilotando solo, sin nadie a quién adelantar pero, imaginemos a Schumacher, que pudo conseguir unos primeros puntos que de momento tendrán que esperar.