Tras la iniciativa de la FIA por vigilar de cerca los efectos nocivos de la mala calidad de marcha de muchos de los nuevos monoplazas, muchos jefes de equipo se han expresado a favor y otros en contra; de lo que parece un cambio de reglas a mitad de la temporada.
El polémico Helmut Marko no se hizo esperar y criticó duramente la introducción de la nueva directiva en cuanto se le hizo la invitación a expresarse:
“¡Es una absoluta tontería! Solo porque un equipo no puede adaptarse a los cambios no significa que tengas que cambiar el reglamento. Es tan sencillo como levantar el auto, y asunto resuelto”.
Sin embargo, su compatriota y Jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, tiene una idea diferente, y más estructurada, al respecto. Entrevistado en Canadá, Wolff toma una posición más complaciente y hasta sorpresiva:
“Creo que a veces en la F1, necesitamos que alguien venga a salvarnos de nosotros mismos».
Inmediatamente después uno se da cuenta el por qué, el espigado austriaco sugirió que el nuevo reglamento técnico fue impulsado por aquellos que no podían competir contra su equipo:
“Todos estamos persiguiendo más desempeño. Y a muchos equipos no les gustó la idea del límite de presupuestos y se opusieron a él; igualmente, algunos tomaron decisiones para cambiar regulaciones que no les convenía; ahora estamos así, con esta situación que se origina en cómo están diseñados los autos, son autos de efecto suelo.
Y tal como pasó en los 80 ‘s y en los 90’ s, estos autos rebotan y oscilan. A veces mucho, a veces menos, depende del equipo. Lo que es un hecho es que esto es un problema de salud para los pilotos”.
Subrayando su argumentación, apoya la intervención de la Federación por completo:
“Ese es el por qué nosotros no podemos dejar a los equipos regularse a sí mismos. Ya vemos como los pilotos que antes habían alzado la voz por los dolores de espalda, por la visión borrosa, se han quedado callados. Esto muestra que todos los equipos tienen que ser protegidos hasta de ellos mismos por el cambio de las regulaciones.
Quizá alguno de los equipos de punta no han tenido el problema, pero incluso así, sus pilotos han hablado al respecto en los medios, como Sergio Pérez. Y no hay un solo piloto que no haya sentido dolores. Este es un problema de Salud. Y veo excelente que la FIA tome los pasos necesarios”.
Como tiro de partida, el austriaco dejó en la mesa la necesidad de revisar las reglas para el futuro:
“Creo que debemos ser honestos con nosotros mismos, vamos a implementar autos que se puedan seguir mejor y en los que se pueda rebasar, buenos para el espectáculo. Por el momento, estos autos son un riesgo para los pilotos, un riesgo de salud en general; y estoy seguro que veremos pronto feos, muy feos accidentes”.
Si hay alguien quien sabe esconder la daga entre los bombones seguramente es Wolff, en el desalmado paddock de la Fórmula 1 sobrevivir una versión sangrienta del ajedrez; se tiene que plantear un juego que se adelante a los adversarios por varios movimientos. Sembrando la necesidad de cambio, que brotará con el primer incidente; a partir de ahí, no faltarán las voces que clamen por un cambio en las regulaciones.
Y ahí estará Wolff, para escucharlos.