Todo el mundo apostaba por un 1-2 de Ferrari este fin de semana en el GP de Hungría. El hecho de que los dos Red Bull arrancaran en la parte media le ponía ese sabor extra a ese casi cantado resultado. Pero como dicen los que saben, en la F1 todo, absolutamente todo, puede pasar.
Durante las Prácticas Libres y la Clasificación, los dos F1-75 parecían casi imbatibles, eso los hacía todavía más favoritos para recuperar puntos en los campeonatos. Sobre todo, porque las opciones de Carlos Sainz eran mayores a las de su compañero de equipo. Salía desde la segunda posición, aunque la diferencia de neumáticos contra George Russell preveía un ataque un tanto conservador por parte de los de Maranello.
La Scuderia confiaba en que, cuando la baja de rendimiento de las gomas blandas llegara, podrían adelantar sin más al Mercedes. Después de una buena arrancada, el británico pudo contener al español en todos sus primeros intentos, para luego comenzar a despegarse. Así, Sainz se mantuvo segundo, ya con la estrategia en la cabeza y en espera de las primeras paradas. Con las gomas medias, era claro que Ferrari buscaría alargar la suya.
@ScuderiaFerrari
Pero cuando llegó el momento del cambio de gomas, los mecánicos otra vez ejecutaron una parada lenta, que a la postre le quitaría su posición en favor de Charles Leclerc. El overcut del monegasco puso las cosas tensas en los muros rojos, pero el mejor rendimiento del #16 calmó un poco los ánimos.
Fue cuando Max Verstappen llegó para protagonizar un muy buen duelo con los dos autos en punta en ese momento. Así, Sainz conseguía el liderato, por lo menos hasta su siguiente parada. Pero por segunda vez, los boxes fallaron, sacando al madrileño en quinta posición, aunque con neumáticos blandos.
De esta manera, pudo remontar hasta recuperar el tercer puesto, pero que no pudo aguantar contra los dos Mercedes cuando la degradación afectó el rendimiento. Al final, cuarto y sexto puestos para Ferrari, con un sabor de boca muy amargo. Las opciones de campeonatos prácticamente desaparecieron en un par de momentos de 4 y pico de segundos.
La decepción de Carlos era evidente, pero intentó suavizar las cosas con sus comentarios:
“Quizás hoy la estrategia no ha sido lo más importante. Simplemente no tenía ritmo con ningún compuesto, en cualquier condición. Está claro que el cambio de temperaturas respecto al viernes nos ha afectado para mal.
No hemos podido encontrar el balance del coche con ningún tipo de neumático. Nos ha costado mucho, porque no había ritmo suficiente durante toda la carrera”.
Al referirse a las distancias que se vieron durante los entrenamientos libres, Sainz no entiende bien qué es lo que sucedió:
“Con el frío de hoy, ese medio segundo que le metíamos a los Red Bull por vuelta durante el viernes, se ha esfumado. Hoy fueron ellos los que nos metían un buen margen por vuelta, es algo que tenemos que entender.
Porque Mercedes también ha ido más rápido, así que no hay mucho más que decir”.
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En cuanto a las paradas en boxes, Sainz no pudo contener la decepción:
“Los dos pit stops nos han costado tiempo en la carrera. Es algo que hay que analizar, pero, además de eso, insisto en que no teníamos ritmo hoy.
Creo que la salida ha sido buena para haberla hecho con el neumático medio. Estuve cerca de George en la curva 1, pero luego, ya calentados los neumáticos, la diferencia del blando se hizo presente. No es que hubiera tenido más degradación que él.
Más adelante, cuando los dos montábamos los medios, no íbamos mal, pero tampoco como esperábamos ir. No había ritmo, aunque creo que el overcut hubiera funcionado con una parada rápida para salir delante de él. Eso nos habría dado una carrera totalmente diferente”.
Un golpe duro para Carlos, que ahora se encuentra en la quinta posición del campeonato de pilotos, superado ya por el mismo Russell. Ferrari, sin duda, tendrá que replantearse la manera en la que afrontará la segunda parte de la temporada.
