El fantasma del parón de verano ha azotado el Hungaroring, y el lapidario adagio de que los fierros no tienen palabra de honor empieza a tomar rehenes. Budapest es el virtual punto de inflexión. Significativo y simbólico, pues, para Ferrari, es la oportunidad de marcar el tanto psicológico ante su rival más fuerte y aparentemente herido, Red Bull, que por el momento no figura en la ecuación.
La fortuna ha puesto a una variable que parecía lejana. Y que por lo menos en la última recta previa al parón de verano ha brillado. Hablamos de George Russell y la crónica de una inesperada pole.
Para Charles Leclerc, el golpe del Gran Premio de Francia ha representado un revés de magnitudes titánicas. El vendaval mediático lo ha crucificado. Pero el piloto monegasco se mantiene firme y enfocado en su empresa, aunque siempre al tanto de la realidad que lo rodea:
«Sinceramente, creo que solo tenemos que hacer el mejor trabajo posible. Así que nos tenemos que centrar en nosotros mismos. No creo que haga falta ninguna orden de equipo. Obviamente, no debemos tomar ningún riesgo entre los dos coches, pero eso es lo lógico. Así que no creo que se necesite hacer nada especial para mañana.
Max sale décimo, así que puede tardar unas cuantas vueltas en volver a la parte delantera. Pero nos centraremos en nosotros mismos e intentaremos ganar la carrera y hacer lo máximo que esté en nuestras manos».
Los augurios de Leclerc y de su compañero de equipo, Carlos Sainz, están encaminados a la victoria. Charles está ansioso por llevarse bajo el brazo la presea más alta del Gran Premio de Hungría. Es más que comprensible su desazón por el desenlace que ocurrió en Paul Ricard:
«Mañana nuestro objetivo es ganar la carrera. No nos centramos demasiado en la posición de Max porque sabemos que si queremos recortar puntos en el campeonato, la forma más fácil de hacerlo es ganando la carrera.
Independientemente de dónde esté Max, queremos ir a por la victoria».
Sin lugar a duda, Leclerc tiene la espina clavada por la carencia en la cosecha puntos. Es consciente de las prestaciones del auto y de su capacidad.
Por lo pronto, Charles tiene el as bajo la manga (o al menos es lo que creemos). Sólo falta ver que tan fuerte está el Mercedes de Russell y de las condiciones con las que largue Sainz.
¿Consideras que Leclerc pueda reponerse y doblar a Sainz y regresar a la lucha por el campeonato?