Con el segundo fin de semana de la temporada utilizando el formato de Carrera Sprint, el GP de Austria se vivió de forma muy distinta. Lo que en Clasificación suponía un tema interesante con el cambio de posiciones normales, el sábado se acomodaron las cosas.
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Max Verstappen se ponía delante de los dos Ferrari para la arrancada, mientras que su compañero de equipo recuperaba lo que le correspondía luego de la extraña sanción después de la Q3. Así, con un Mercedes en el medio, daban inicio las 71 vueltas pactadas.
Los semáforos se apagaron y Verstappen, con el alarido de sus aficionados, cubría el interior para cerrarle el paso a Charles Leclerc. Carlos Sainz trataba de defenderse del embiste de Sergio Pérez y de George Russell.
Por detrás, Lewis Hamilton buscaba lo que no pudo ayer, adelantar al Haas de Kevin Magnussen, al mismo tiempo que intentaba defenderse de Mick Schumacher.
Las cosas se torcieron un poco cuando en el segundo intento, Russell tocó la parte trasera del RB18 de Checo que le hizo trompear directamente en la grava. Incidente investigado y que le trajo una sanción de 5 segundos al piloto británico. Pero el daño estaba hecho, luego de entrar a boxes para cambiar neumáticos, Pérez comenzó a perder ritmo consistentemente hasta el punto de abandonar la carrera.
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Con varios cambios de posición en la media tabla, la carrera nos ofrecía un buen entretenimiento, pero llegó un punto en donde las cosas se estabilizaron más de lo esperado. Incluso con las batallas entre varios autos al mismo tiempo.
La primera tanda de boxes acomodaba las posiciones, pero los de Red Bull sufrían de más con las gomas medias y la degradación. Tuvieron que llamar a Max antes de lo esperado. Con gomas duras, el neerlandés comenzó a colocar vueltas rápidas mientras se acercaba a los Ferrari.
Destacar que, en la mitad de la tabla, tanto Fernando Alonso como los Haas nos regalaban una sensación de alivio, luego de los problemas del español, y de lo que alegra a todos los fans de la Fórmula 1 que los blancos sigan sumando.
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En la segunda parte de la carrera, y con ventaja de neumáticos por una buena estrategia de los de Maranello, Leclerc recuperaba la primera posición, demostrando mejor ritmo con las gomas duras. Pocas vueltas después, y justo antes de adelantar a Verstappen, humo detrás del auto de Sainz y drama para los tifosi.
El motor se rompió, provocando un incendio en el F1-75, y tirando al suelo las aspiraciones del 1-2 italiano en tierra austriaca. Se desplegó un Virtual Safety Car, y los dos punteros aprovecharon para entrar a boxes a poner gomas nuevas.
Tanto Ferrari como Red Bull calcaron la estrategia, montando los compuestos medios. Max comenzó a tener mejor ritmo, además de que Leclerc reportaba problemas en el pedal del acelerador. La distancia por momentos se reducía, pero con 5 vueltas no era suficiente. Tuvo que llegar la vuelta 68 para que viéramos un acercamiento claro. Pero no ha sido suficiente, y la bandera a cuadros vio primero al auto rojo que al azul.
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Atrás, Mick Schumacher demostró que ha mejorado mucho, manteniendo buenas batallas y ganando en pista a su compañero, consiguiendo su mejor resultado en la F1. P6 para el alemán que le da muchos buenos puntos, además que le posicionó como Piloto del Día.
Con una estrategia bien ejecutada, Alonso consigue el último punto, mientras que Daniel Ricciardo regresa al Top 10 dándole una bocanada de aire fresco al australiano.
Un triunfo de la Scuderia que no veíamos desde 2013, y que vuelve a poner las cosas interesantes en ambos campeonatos. En dos semanas tendremos el GP de Francia, para luego dar paso al parón de verano.
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