El GP de Austria nos sorprendió a todos, viendo a Max Verstappen ganar la Carrera Sprint con facilidad, pero, el domingo la tortilla cambió de lado.
Tanto Red Bull como Ferrari salieron con los neumáticos medios, los mismos que utilizaron el sábado. La diferencia es que a Verstappen solamente le duraron 12 vueltas. Puso el neumático duro en busca de una estrategia a una parada, sin embargo, a todos les afectó la extrema degradación, que les obligó a parar mínimo dos veces.
Iba a terminar tercero de no ser por el abandono llameante de Carlos Sainz, lo que significa que para el equipo local, su rival directo les venció en su casa sin sudar mucho. El único que quizás empapó el mono fue Charles Leclerc, que tuvo el acelerador atascado en un 10%. Esto le complicó la vida en las frenadas y, de hecho, si la carrera hubiese durado dos o tres vueltas más, hubiésemos visto la victoria del neerlandés.
Red Bull no comprendió la diferencia en ritmo de un día al otro. Parece que los Ferrari se escondieron en la sesión de sábado para mostrar todo el potencial el domingo:
“Fue extraño. Hace apenas una semana, en Silverstone, parecíamos bastante buenos en cuanto a la degradación.
Creo que el problema es que estos neumáticos son más sensibles. Si no estás en la ventana correcta con ellos, entonces puedes pagar el precio en términos de degradación, lo que muchos equipos hicieron».
@redbullracing
Red Bull tiene trabajo en la fábrica para entender lo que sucedió. Es un problema muy importante que debe ser solucionado lo antes posible si no quieren perder puntos:
«Cuando miras la carrera sprint, empujamos un poco más al principio, pagamos un poco al final. Pero según nuestro análisis durante todo el stint, fuimos idénticos a Ferrari.
Solo tenemos que entender por qué, en ese primer stint, nuestra degradación fue significativamente peor que la de Charles y Carlos”.
Según Ferrari, Leclerc supo meter a Verstappen en presión el domingo, cosa que no pudo hacer el sábado. Por eso Max tuvo más degradación, debía ir al límite para mantener el ritmo de Leclerc, que al mismo tiempo ahorraba neumático.
Aún así, Mattia Binotto cree que no había mucha diferencia en ritmo:
«En cuanto a la degradación de los neumáticos, mi interpretación es que en la sprint hemos tenido un poco de ventaja en la degradación de los compuestos. Pudimos ganar más porque empezamos a presionar a Max desde el principio. Le obligamos a tener más ritmo y a degradar más los neumáticos. Así que creo que lo que vimos en la sprint fue más evidente”.
Los de Milton Keynes tienen un escollo por delante, porque en el GP de Francia, las cosas pueden resultar muy desagradables de continuar esta situación.
