Sin duda el Gran Premio de Japón es un referente en los anales de la Fórmula 1 y ha sido testigo de la definición de campeonatos. No podemos obviar nombres como Prost-Senna, Lauda-Hunt.
En su regreso al calendario, después de un par de años en pausa a causa de la emergencia sanitaria.
El circuito de Suzuka, albergó uno de los duelos que quedarán grabados con letras doradas en la enciclopedia del gran circo.
En esta ocasión, después de un comienzo errático, a merced de las condiciones climáticas y lo que vaticinaba una procesión. Ha colocado la corona de laureles sobre el casco de Max Verstappen, como bicampeón del mundo.
Este triunfo no fue entregado en bandeja de plata. Y una vez más la responsabilidad, el último empuje cayó sobre los hombros de Sergio Pérez. Que por segunda vez en menos de una semana ha librado una encarnizada batalla, sin cuartel con Charles Leclerc.
Que vale mencionar, dio todo lo que tenía y no regaló ni un ápice de terreno. Con maniobras al límite y agotando recursos del manual, pero la tremenda presión de Pérez hizo mella en el cierre del monegasco. Una intensa jornada y una presión de magnitudes titánicas, se tradujo en un despiste que lo sacó de la jugada que le valió una penalización.
Mientras, para super Max se vivieron momentos de incertidumbre, antes que la bomba explotara. Seguro de su desempeño y consciente de que eventualmente sería campeón pero no en Suzuka:
«Estoy muy contento de finalmente haber podido correr. Estuvo lloviendo fuertemente y era muy difícil conducir en el momento. Afortunadamente tuvimos mucha suerte y el auto volaba. Estoy muy complacido de haber ganado y estoy muy contento de ver que todos los fans se hayan quedado».
Mientras que Sergio Pérez, el héroe del día ha dejado con pies de plomo, una huella imborrable. Sin duda, al igual que el año pasado, Checo fue una pieza fundamental para que Max se coronara con los laureles del campeonato.
Pérez, parado con los dos pies en el acelerador acertó en provocar el error de Leclerc. Que dicho sea de paso lo dio todo para mantener viva la lucha:
«Fue algo caótico, como siempre con Charles, fue gran competencia. Estuvimos luchando muy duro, traté de hacer mi movimiento al final y creo que él bloqueó y se fue de paso. El intentó regresar pero yo estaba de vuelta y creo que fue competencia justa, la penalidad es justa».
Curiosamente, a la mitad de la entrevista con Checo, llega la noticia de Leclerc tiene 5 segundos de penalización, lo que se traduce en bicampeonato para Verstappen:
«¿Que puedo decir? Sin duda increíble, es muy especial haberlo conseguido aquí. Para toda la gente de Honda, para todos los aficionados japoneses. Es simplemente increíble…».
Mientras que para Leclerc, fue el sumun de una temporada que parecía le podía dar mejores dividendos. Centrado y consciente de su situación, caballerosamente se quitó el sombrero ante Max:
«Estuvimos batallando mucho con los neumáticos. Fue un poco como la última carrera, fuimos sólidos en poner a punto el neumático, pero después de dos o tres vueltas los destruíamos. Fue complicado esta vez y por supuesto, todas las felicitaciones a Max por su segundo campeonato.
Estaremos empujando hasta el final y obviamente hoy fue muy frustrante. El ritmo no estuvo ahí. Creo que el título de Max era realmente cuestión de tiempo. Esperábamos que él ganara el título, así que tenemos que usar estas últimas carreras para ser un mejor equipo y con esperanza plantear un mejor reto el siguiente año».
Antes de cerrar la conferencia, los micrófonos regresaron a Checo, que indudablemente, fue pieza medular para la consumación de lo esperado:
«Ciertamente fue un gran resultado, para Honda, para toda la afición japonesa. Ha sido increíble para nuestro equipo que Max sea Campeón del mundo. Es ciertamente un día increíble para nosotros».
En cuanto a la victoria de Singapur y al papel que el tapatío desempeñó para la victoria de el Neerlandés. Checo se mostró más que satisfecho:
«Ciertamente fue muy bueno, tenemos que mantener este empuje hasta el final de la temporada».
Vaya episodio que vivimos en Suzuka, que no cesa de otorgarnos momentos inolvidables. Por lo pronto haremos una pausa de dos semanas para que el gran circo se traslade a américa.
La siguiente parada es Austin y la batalla por el segundo puesto sigue más viva que nunca.
¡Felicidades a Max Verstappen!