Un Autódromo Hermanos Rodríguez al tope de su capacidad atestiguo esta tarde de octubre un muy plano GP de la Ciudad de México.
El sol caía a plomo sobre el trazado mexicano, a pesar de que había cierta nubosidad no se esperaba lluvia para la carrera.
La arrancada, como siempre se anticipaba como un elemento crucial, los más de 1000 m antes de la primera curva otorgan toda la oportunidad para que suceda más de una escena de drama.
El drama en esta ocasión fue resultado de los problemas de George Russell quien fue superado por una excente arrancada de Lewis Hamilton, y en su lucha se vió empujado sobre los bordes de la pista. La falta de motricidad del Mercedes le costó otra posición con el ídolo local Sergio Pérez.
En una calca de las primeras vueltas del GP del año pasado, el órden era Verstappen, Hamilton, Pérez. Ambos Red Bull equipados con gomas suaves y los autos plateados con la gama media.
las primeras 10 vueltas vieron que todas las posiciones se estabilizaron aunque ambos Mercedes contaban la ventaja de sostener el ritmo por más tiempo. Se anticipaba que los autos azules debería entrar a fosos primero.
La actitud de la Ciudad de México, como siempre, genera retos y complicaciones para los autos que quieren acercarse al auto enfrente. Los neumáticos se empiezan a calentar y los motores también.
Las maniobras de rebase se hacían esperar. por varias vueltas solo Alex Albon estaba en distancia de atacar al auto que le predecía.
Fue hasta el giro 24 que Pérez hacía su primera parada, de inmediato el ritmo con los neumáticos medios era casi 2 segundos mejor que los Mercedes y empezaba la carrera nuevamente.
Pérez se acercaba notoriamente a Hamilton tras la parada del británico, las gomas duras del Mercedes se calentaron tras 2 giros y esto permitió a al siete veces campeón mantener su posición.
Russell hizo su parada hasta la vuelta 35 y retomó el cuarto lugar. Con ello el orden nuevamente se establecía Red Bull, Mercedes, Red Bull.
Para el giro 37 Checo se ponía dentro del alcance del DRS y empezaba su ataque. Pasadas más de 10 vueltas tras el auto plateado se sentía venir un cambio de estrategia.
Atrás de los 4 autos punteros, existía un gran abismo, con más de 20 segundos entre Russell y el primer Ferrari, bajo el mando de Carlos Sainz. Se antojaba una posible segunda parada para los Red Bull.
En una de las pocas acciones Daniel Ricciardo echaba de la Pista a Yuki Tsunoda, lo que amenazó con provocar un VSC, aunque al final el AlphaTauri lograba regresar a pits.
El tráfico en pista se volvió crucial, aparentemente Pérez perdía en la batalla con Hamilton al verse menos eficiente que el campeón en sus adelantamientos.
El hombre más desafortunado del día sin duda fue Fernando Alonso, con su enésimo abandono de la temporada. El asturiano no ocultó su enojo mostrando que no extrañará su tiempo en Enstone.
Y de esta manera se definía el podio, calca del aquel del año pasado, y con ello, todos parecían contentos, Pérez quizá no tan satisfecho de acuerdo a las expectativas. Pero un podio al fin.
Verstappen rompió el récord de más victorias en una temporada, con 14 GP. No hay mejor manera de resumir esta temporada.
Ha dado inicio una nueva era.