Red Bull logró sorprender a todos con el anuncio de su nuevo acuerdo con Ford. Este acuerdo dio súbito fin a uno de los focos de especulación favoritos de la prensa especializada.
Todo el 2022 estuvo lleno de teorías y trascendidos sobre alianzas, compras y discusiones sobre la unidad de potencia que a partir del 2026 montarían los monoplazas de Milton Keynes.
Durante meses se aseguró que ya había un acuerdo muy avanzado con Porsche. Y durante semanas se predecía en cada fin se semana de Gran Premio que el anuncio podría producirse.
Pasó el GP de Austria, y no solo no llegaba el anuncio, se reportaban reuniones con funcionarios de Honda.
Justo antes del GP de Japón, se confirmó lo que todo mundo sospechaba, no habría acuerdo con Stuttgart y de hecho la presencia de Honda se haría oficial.
Así, la alianza con el fabricante Japonés quedaba en una muy buena posición. Se antojaba muy fácil la continuidad más allá del 2025.
Sin embargo, Ford llegó, aparentemente de la nada y aseguró su regreso a la categoría de la mano del equipo campeón del mundo.
¿Qué es lo que pasó? ¿No hubo negociaciones con Honda más allá del 2025?
@redbullracing
Hablando con los medios, Christian Horner responde a estos cuestionamientos y más. Deja claro que, efectivamente hubo acercamientos con Honda y que, de hecho, tienen una sociedad inmejorable:
«Tenemos una excelente relación con Honda y hemos gozado de múltiples éxitos con ellos. Esa relación se mantendrá hasta el fin del 2025.
Tanto el equipo como Honda estaremos haciendo todo lo posible para que tengamos aún más éxito y que que obtengamos lo mejor de este acuerdo.
Claro que exploramos la posibilidad de extender la relación más allá del 2025. Pero simplemente por logística todo se tornó muy complicado».
El problema parece radicar en la decisión de Red Bull de crear su propia unidad de motores. Hecho del que solo el fabricante asiático puede culparse a sí mismo.
Horner lo explica así:
«Tenemos una sociedad increíble con Honda. Cuando ellos anunciaron que se retiraban de la F1 en el 2020, lo tomamos con gran tristeza. Ello nos motivó a crear Red Bull Powertrains y así tener control de nuestro futuro.
Nos comprometimos en ese proyecto y después Honda cambió de planes y con fortuna accedió a proveernos de motores hasta el 2025, mientras nosotros construíamos nuestra base para el 2026.
Este contrato que tenemos hasta el 2025. Es una empresa increíble y estaremos empujando para con todo hasta nuestra última carrera juntos».
¿Cuál es ese problema de logística? Pues bien, es muy sencillo, 400 millones de USD que se han invertido en la nueva planta de motores en el campus de Milton Keynes.
Es muy posible que la mesa directiva japonesa no viera con buenos ojos la transferencia de su tecnología al Reino Unido. Y es improbable que los austriacos decidieran desperdiciar toda la inversión para mantener el acuerdo con Honda.
Al fin y al cabo siempre habría alguien quién estaría dispuesto para comprar una posición al frente de la F1. Ese alguien fue precisamente Ford.
El acuerdo con Detroit seguramente cubrirá la mayor parte de la inversión de Red Bull y éstos recibirán el apoyo de la tecnología del gigante norteamericano.
Por lo menos en cuestión financiera , el proyecto de RB Powertrains parece un acuerdo hecho en el cielo. Ya veremos si la apuesta del óvalo azul es fructífera y si la decisión de Red Bull es la acertada.
