La escudería Ferrari no ha tenido un inicio de temporada como se podría prever. El SF-23 no está rindiendo como debería y en Maranello están a diario buscado esos flecos que quedan por cubrir. Además, la fiabilidad sigue siendo el mayor de los problemas.
Hace un año nos encontramos un Charles Leclerc que llegó a Melbourne con una victoria en Bahréin y un P2 en Arabia Saudí:
“Llegamos a esta carrera en una situación distinta a la del año pasado y nuestro rendimiento es distinto al de aquella carrera. Estamos trabajando muy duro para volver a estar ahí arriba. Estamos muy motivados”.
Precisamente en Albert Park consiguió la Pole Position y la victoria, pero ahora no se concibe un triunfo, ni siquiera el podio:
“No ocurrirá un milagro en esta carrera, pero esperemos que las mejoras lleguen pronto para mejorar el coche”.
Aunque la velocidad punta del Ferrari no replique a la del Red Bull, si bien es cierto que el circuito de Albert Park será la prueba con más zonas de DRS, cuatro. Antaño se eliminó la zona de DRS previa a la variante más rápida del calendario.
Pese a ello, Charles no mira más allá del rendimiento de su monoplaza, carente de ritmo en carrera, pero veloz a una vuelta:
“En calificación hemos sido buenos desde el principio. Pero, en carrera, no encontramos el ritmo ni los límites a los que puede llegar el coche. La quali será muy apretada, pero en carrera seguramente caeremos”.
El problema fundamental de Ferrari es que el auto es bueno si las condiciones de pista son perfectas. Si hay buen agarre el monoplaza responde, si no, se ve la pata de la que cojean los italianos.
Entre otras cuestiones, Leclerc está viviendo un periodo muy contradictorio al de 2022. Red Bull comenzó mal la temporada, pero consiguió solucionar sus fallos de fiabilidad y, por consiguiente, ganar ambos mundiales. Por el contrario, Ferrari empezó con dos victorias en las tres primeras carreras y a partir de los primeros errores, todo fue hacia abajo:
“Al principio éramos muy buenos y teníamos un gran coche. Sin embargo, en la segunda parte del campeonato cometimos errores y no fuimos muy competitivos.
Este año debemos tener un coche bueno en todas las facetas. Sólo somos buenos cuando el coche tiene mucho agarre y a una vuelta”.
Aún queda mundial y las primeras mejoras están a la vuelta de la esquina, pero la realidad es que Ferrari no está cumpliendo con las expectativas formuladas en la pretemporada. Red Bull está muy por delante, Aston Martin ya les ha adelantado y Mercedes está con índices de progresión mayores a la Scuderia.