Max Verstappen vuelve a ganar, pero la noticia es que la controversia vuelve a enrarecer el ambiente en la F1.
Arrancando desde los fosos, Sergio Pérez tenía frente a si una dura prueba. Todas las señales de lluvia desaparecieron esta tarde de domingo en Melbourne.
Los autos de la punta elegían largar con las gomas medias. Los Mercedes regresaban a la primera fila con Verstappen en la posición de privilegio.
Ambos vehículos alemanes hicieron una arrancada perfecta, relegando rápidamente al tercer puesto a Verstappen.
George Russell lideró las primeras curvas, más atrás Charles Leclerc era tocado por uno se los Aston Martin y era lanzado a la gravilla.
Las primeras 8 vueltas vieron el inicio de la remontada de Pérez, quién llegaba a la 14a. Pero, el giro cobró el primer accidente.
Alex Albon, se excedia en una curva y perdía la parte trasera del auto. El Williams rebotó y fue lanzado al circuito nuevamente.
El incidente provocó en principio un Auto de Seguridad, Russell aprovechó para cambiar sus gomas. Carlos Sainz también se dirigió a los fosos para hacer su cambio de neumáticos. Pero la ganancia teórica de parar con el SC se revertió cuando se decidió mostrar la bandera roja.
La pista para ser sinceros estaba llena de gravilla. La parada en Boxes, sin embargo, sacó de las primeras posiciones a quién era el líder hasta el momento.
Lewis Hamilton nuevamente se encontró liderando un GP de F1, seguido por Verstappen y el español Fernando Alonso.
El asturiano hacía hasta el momento una excelente carrera estratégica, posicionándose perfectamente para atacar al campeón reinante.
La carrera volvió a arrancar en la parrilla de salida, hecho que perjudicó a Perez que perdió hasta 3 posiciones tratando de evitar chocar con los autos de enfrente.
Para la vuelta 12 Verstappen conseguía pasar a Hamilton y tomaba el control de la carrera.
El tercer SC de la carrera fue cortesía de Russell y su unidad de potencia que se incendiaba de manera ostensible en la recta principal.
Pasando la vuelta 32, Verstappen se encontraba a 8.6 segundos de Hamilton y Alonso se acercaba a un poco más de un segundo del británico.
Ya a 13 giros del final, Pérez llegaba al 7° sitio. Verstappen veía a todos desde muy lejos a esas alturas.
En la recta final de la competencia, solo el 2° Red Bull y el McLaren de Norris atacaban aún. El resto de los pilotos simplemente buscando llegar al final.
4 vueltas para el final, Magnussen se daba contra la pared y provocaba un Auto de Seguridad. El auto de seguridad se convirtió pocos instantes después en bandera roja.
El final fue absolutamente controvertido, dado que Sainz tocaba a Alonso, los Alpine se eliminaban mutuamente y al final la rearrancada no sirvió más que para retrasar la bandera a cuadros por 45 min.
La locura se apodera de la F1, esperemos que este mes de descanso nos traiga algo de cordura en la siguiente carrera en Baku.