Este fin de semana la F1 vuelve a la acción con el GP de Canadá de 2023. Como ya es costumbre, la F1 se dirige a Montreal donde las instalaciones del Gilles Villeneuve reciben al Gran Circo.
El circuito está situado en una isla artificial repleta de zonas verdes y que tiene parte del trazado transitable el resto del año.
El carácter semiurbano del circuito hace que las barreras de protección y muros se encuentren muy pegados a la pista. El más famoso es el llamado ‘Muro de los Campeones’ nombrado así desde que en la edición de 1999, Jacques Villeneuve, Michael Schumacher y Damon Hill se estrellaran contra él. Los tres eran campeones del mundo y ello provocó que esa zona recibiera aquel apodo. En él se puede leer la inscripción ‘Bienvenido a Quebec‘, en francés.
El circuito tuvo varias modificaciones de cara al Gran Premio de 2017. Estos cambios se centraron sobre todo en el apartado de la seguridad, debido a la mayor velocidad de los nuevos monoplazas. Uno de los cambios más significativos y simbólicos es la modificación del icónico “Muro de los Campeones”, que desde entonces tiene un ángulo diferente, ya que la FIA lo consideró como peligroso.
Además, se modificaron las puzolanas de gravilla, asfaltándolas, y se cambió el guardarraíl de acero de la curva 5 por una barrera SAFER.
Emplazado en la entrada a la recta de meta, el muro de los campeones es, (era), uno de esos puntos míticos del Mundial de Fórmula 1. El único muro con nombre propio y con el que se la han visto tantos campeones de esta especialidad.
Es el final de la chicane con la que se llega a meta y que sirve para pasar de más de 300 km/h a unos 150, con el que los coches salen escupidos hacia un muro por el cual, los pilotos tienen que pasar a pocos centímetros para apurar hasta la última centésima de segundo en cada uno de los giros a este circuito.
El Circuito Gilles Villeneuve de Montreal tiene 13 curvas: 7 a derechas y 6 a izquierdas. La medida actual del trazado es de 4.361 kilómetros. A él se dan 70 vueltas, completando un total de 305.270 kilómetros. El consumo aproximado de combustible por vuelta es de 2 kilos más o menos. Se trata de un circuito con amplias rectas y fuertes frenadas que hacen posible los adelantamientos.
El de Montreal es un circuito que suele gustar a los pilotos. Es complicado, pero a la vez divertido. Su velocidad media es de unos 220 km/h. Tiene una bonita combinación de rectas muy rápidas y curvas lentas, para las cuales hay que emplear a fondo los frenos ya que se llega a altas velocidades. No hay muchas curvas rápidas.
El carácter semiurbano del circuito hace que se encuentre bastante sucio al iniciarse el fin de semana, aspecto que mejora según avanza el gran premio. La carga aerodinámica es baja-media. Los pilotos tienen que poner lo mejor de sí mismos para sacar el máximo rendimiento, y para ello se ayudan de los pianos.
Junto a las largas rectas, en Montreal encontramos fuertes frenadas y giros muy técnicos. Las frenadas son de las más duras de todo el año. Con seis de ellas superiores a los 250 km/h (cuatro por encima incluso de los 300). Algo que castiga mucho los frenos de los monoplazas, que se desgastan muchísimo.
Ante este panorama, y sin curvas rápidas, se necesita un coche con buena tracción saliendo de las curvas lentas, buena velocidad punta y que pase bien sobre los pianos. Los motores sufren un gran castigo por el tiempo que hay que ir a fondo de manera continua en la recta más larga (14 segundos). En el cómputo global, el uso del motor al máximo no es excesivamente alto, con el 62%.
Señalar que en 2019, y en el punto de favorecer más adelantamientos, se ensanchó la salida de la Curva 10 con el fin de hacerlo más ideal para los adelantamientos y favorecer así el espectáculo.
Además, en el mismo 2019, se estrenó un nuevo y espectacular paddock. Construido de madera, cemento y acero, y que ganó el Premio Arquitectónico Canadiense de Excelencia, tras el reconocimiento por parte del ‘Royal Architecture Institute of Canada’. Recordemos que el circuito Gilles Villeneuve tiene contrato con la F1 hasta 2029.
Serán tres zonas de DRS. A las dos habituales, ubicadas en la gran Recta del Casino y en la recta trasera, se les unió una tercera. Los pilotos podrán activar el DRS en la mini recta existente hasta la llegada de la curva 8.
El clima a menudo ha sido una característica importante del Gran Premio de Canadá: la carrera de 2011 sigue siendo la más larga en la historia de la F1, gracias a seis períodos de autos de seguridad y una larga interrupción que neutralizó la acción durante varias horas. Nunca es fácil predecir las condiciones, y también hay una posibilidad razonable de lluvia.
Una carrera esperada por todo el mundo amante de la Máxima Categoría, esperemos que nos devuelva, con el mismo entusiasmo, un buen espectáculo.