La Fórmula 1 regresó al Circuito de Spa-Francorchamps para disputar otro fin de semana con el formato Sprint para hacer de un circuito legendario una experiencia inolvidable.
La carrera debió empezar a las 17:00 hora local y en condiciones de seco. Pero, una lluvia torrencial de última hora obligó a dirección de carrera a retrasar la misma por más de media hora. Los neumáticos de lluvia extrema fueron los protagonistas ante una pista que no drenaba el agua. Pese a no ser domingo, todo apuntaba a experimentar de nuevo el ‘teatro’ vivido en la temporada 2021. El Safety Car dio varias vueltas para probar las condiciones de pista, que hasta el momento eran impracticables. La opción provisional era realizar la salida con el Safety Car en pista. El radar marcaba que dejaría de llover en poco tiempo y no caería más agua durante una hora, el tiempo justo para poder correr.
Finalmente salió el sol, el arcoíris apareció en el cielo y la pista se secó poco a poco, dejando entrever que el inicio de la prueba comenzaría más pronto que tarde. Sin embargo, el compuesto de neumático de todos los equipos siguió siendo el de lluvia extrema. Minutos después, dirección de carrera decretó la obligación del uso de neumáticos de lluvia. También, una vuelta de formación con el coche de seguridad al frente. Ante el más que probable secado de la pista la duda estaría si los pilotos entrarían en boxes antes de terminar la vuelta de formación, a lo GP de Hungría 2021. La vuelta de formación dio comienzo y el ‘spray’ producido por los autos se hacía notar ante la gran cantidad de charcos que aún no se habían disipado.
El Safety Car dio una vuelta más para poder ayudar a los pilotos a aumentar su visibilidad, por tanto, se descontarían de la carrera las vueltas de formación extra. George Russell comenzaba a expresar su ansia por montar el neumático intermedio. Al tiempo que Jo Bauer, el director de carrera, confirmó que se darían cienco vueltas en total bajo el safety car. Todo ello para más tarde realizar una salida ‘rolling start’, es decir, el primero debería dar el tirón y comenzaría la carrera. La carrera sprint sería finalmente a 11 vueltas.
Ante unas condiciones de neumático intermedio el coche de seguridad entró en boxes y la carrera iba a dar comienzo. Max Verstappen no entró en boxes y comenzó a empujar al máximo, en cambio, Oscar Piastri, Carlos Sainz, Lewis Hamilton, entre otros sí montaron el neumático verde. Una vuelta después, todos aquellos que no entraron en boxes se vieron obligados a hacerlo ante la gran diferencia de velocidad. Charles Leclerc estuvo al borde del ‘unsafe realease’ y perdió tres posiciones, al igual que su compañero.
El australiano de McLaren lideró la carrera, por detrás Verstappen, seguido de Pierre Gasly, Sergio Pérez, Hamilton y ambos Ferrari. La lucha entre McLaren y Red Bull estaba totalmente apartada del resto ya que le sacaban a Gasly más de cuatro segundos. La tensión era notable hasta que llegó el primer accidentado de la carrera. Era Fernando Alonso, trompeó en la curva 12 de Pouhon cuando presionaba a Nico Hülkenberg y se fue a la grava de donde no pudo salir. Se desplegó el coche de seguridad y Piastri se enfrentó a su primera relanzada en la F1 ante un coloso como Verstappen.
Pudo defender la posición en la curva uno, pero, tras salir de Eau Rouge el McLaren no tuvo opción de defenderse. Espectacular fue la lucha entre Sergio Pérez y Hamilton que casi termina en un accidente en su duelo en la recta anterior a las últimas curvas. Carlos Sainz aprovechó el revuelo y pudo adelantar al mexicano en la curva uno. El Red Bull de Pérez sufrió un agujero en su pontón derecho que le produjo una salida de pista y la pérdida de numerosas posiciones. El daño sufrido le obligó a abandonar prematuramente. Tras la investigación por parte de la FIA, Hamilton fue penalizado con 5 segundos que le dejaron fuera de la zona de puntos, es decir, de los ocho primeros.
Finalmente, el holandés cruzó la línea de meta en primera posición seguido de Piastri, Gasly, Sainz, Leclerc, Norris, Hamilton y Russell. De nuevo, el Red Bull sigue siendo el más rápido en su circuito fetiche. Junto a ellos, el rookie Oscar Piastri y la sorpresa de Pierra Gasly cerrando el podio que Alpine no tocaba desde Mónaco. La clasificación del viernes ya fue frenética, la carrera sprint también. Ahora, qué esperar de la carrera del domingo a 44 vueltas. Ojalá con condiciones cambiantes que brindan carreras poco comunes que reavivan la emoción a una F1 dominada por unos pocos.