Monza no ha fallado en obsequiarnos un Gran Premio que pasará a la historia. Un paseo dominical para Max Verstappen, pero no cualquier paseo. Hoy, escribió con letras doradas un nuevo capítulo en los anales de la Fórmula 1 al conseguir 10 victorias al hilo.
Super Max ha plantado la bandera en la cima de un monte inexplorado. El piloto neerlandés batió el récord que compartió fugazmente con Sebastian Vettel en Zandvoort, y lo dejó atrás en Italia.
El bicampeón fue seguido no muy de cerca por su coequipero, Sergio Pérez. Que sudó la gota gorda dando una guerra sin cuartel con los Ferrari. Tanto con Carlos Sainz, como con Charles Leclerc, el piloto mexicano agotó recursos y al final venció.
El último peldaño del podio se lo llevó el Poleman, Carlos Sainz. Que simplemente no tuvo para más y luchó por cada centímetro cuadrado de espacio. Sacó los codos ante el embate de Max y no le dejó las cosas fáciles.
Contra Checo fue implacable y ante la embestida de Leclerc fue un encuentro donde no se tomaron rehenes. Con maniobras milimétricas y un temple de acero, se consagró como el mejor del resto en el Gran Premio de Italia, la Casa Escarlata:
“Fue muy, muy duro. No se pondrá más competido de lo que se puso hoy. Honestamente estuve empujando toda la carrera. Fue muy difícil mantener a los Red Bull detrás, por ello me vi obligado a usar de más los neumáticos traseros, tratando de mantenerles el ritmo y atrás.
Al final pagué un poco el precio con los neumáticos, pero hice todo lo que pude para defender. Conseguí traer el coche a casa en P3, fue una jornada difícil.
Ha sido duro. Una competencia al límite. Siempre ha sido un placer correr con Charles, cada vez que tenemos esa oportunidad y hoy fue igual. Es un gran corredor, al igual que Max y Checo, hoy nos divertimos allá afuera y espero ustedes también lo hayan disfrutado”.
A pesar de que el ritmo de los Red Bull fue más que superior, Sainz atesora este encuentro y el espectáculo que protagonizó ante los tifosi:
“Creo que necesitamos seguir trabajando en nuestro ritmo, en la comprensión de los neumáticos. Fue notable que hoy estuvimos sobre trabajando el compuesto y carecimos un poco de ritmo. Definitivamente es un paso al frente desde Zandvoort.
Este fin de semana hemos sido los mejores del resto, lo que es un buen resultado para el equipo, dadas las circunstancias”.
Como el fénix, Pérez empieza a resurgir de las cenizas y a encontrarse más cómodo con el auto. Hizo un trabajo paciente en la primera parte, pues el ritmo del Cavallino Rampante era muy bueno:
“Creo que es lo máximo que se pudo lograr hoy. Fue muy complicado sobrepasar, más difícil de lo que pensamos. Estuvimos careciendo un poco de velocidad punta. Tuvimos muy buenas salidas desde la Parabólica, pero no fue suficiente. La mayoría del tiempo estábamos 0.2, 0.3. En 0.2 me daría una oportunidad, pero en 0.3 ni siquiera me acercaba.
Lograr pasar a Charles y después pasar a Carlos fue cosa de locos porque tuve que usar mucho los neumáticos”.
Leclerc, Sainz y Pérez tienen bastantes encuentros en el bolsillo. Intensos, al límite, pero por fortuna limpios:
“Realmente pensé, especialmente en un principio, que no me podría acercar a Charles, porque estábamos atrapados en el tren del DRS. Tuve que meter presión a Charles y tomaba el DRS de Carlos. También fue una gran batalla con él. Al final nos las arreglamos para pasar a ambos”.
Respecto al trabajo y los avances que Checo ha tenido en la segunda mitad de la temporada, el piloto tapatío se muestra optimista en que continúen dando pasos al frente:
“Creo que hemos tenido gran progreso en el lado de la puesta a punto. Me siento un poco más cómodo en el auto. Así que espero ver lo mejor de mí en las siguientes carreras”.
Un sereno y contemplativo Verstappen, toma de manera mesurada su entrada a un exclusivo club, donde ostenta el cetro y la corona:
“Nunca hubiera pensado que esto sería posible. Tuvimos que trabajar hoy para conseguirlo y eso para mí lo hizo un poco más divertido.
Tuvimos buen ritmo y fuimos buenos con los neumáticos, ellos tenían mucha velocidad punta. Por lo que era complicado acercarse y hacer el movimiento en la curva 1, así que tuve que forzar para provocar el error. Y por suerte llegó en cierto momento y tuve mejor tracción saliendo de la curva 2. A partir de ahí, lo demás se trató de hacer nuestra propia carrera”.
Respecto al trabajo que tuvo que hacer ante Sainz, Max tomó las cosas con calma. Seguramente por estar seguro de sus capacidades, así como de la brutal maquinaria que tiene a su disposición. Y probablemente guiado bajo la máxima de Fangio: las carreras no se ganan en la primera curva.
“Tuve que ser paciente, fue una carrera larga. Pude ver que tenían problemas con los neumáticos traseros. Así que había que escoger mi momento. Después de eso todo se sintió muy bien. Aparte de un pequeño problema al final, pero tuvimos suerte por la brecha que teníamos para recuperarnos”.
No hay más que quitarse el sombrero ante el dominio de Verstappen y la cosecha imparable de récords.
La mención de honor va para los Ferrari. Esperemos sea un despertar y que las mejoras del auto y la estrategia puedan catapultar a un par de pilotos con gran talento y hambre de triunfo.