La temporada 2023 de Fórmula 1, no ha sido para nada como Sergio Pérez la esperaba. Comenzó peleando los triunfos y las pole position con su compañero Max Verstappen, pero después todo se vino abajo.
El equipo Red Bull siempre ha estado volcado a Verstappen. Es su piloto número 1, es su estrella. Todos lo sabemos. Checo lo sabía desde que firmó el contrato original y después la renovación hasta 2024. La estructura del equipo de las bebidas energizantes es así y seríamos muy ingenuos al pensar que algo cambiaría.
Sin embargo, Pérez no ha hecho más que trabajar en equipo. No hace falta enlistar todo lo que hizo en 2021 para ayudar a que Verstappen fuera campeón contra Lewis Hamilton, en un poderoso Mercedes. Y no se espera que el equipo lo ponga sobre el Neerlandés, pero sí sobre todos los demás pilotos y equipos. Algo que a estas alturas de la temporada está muy en duda.
Después de Miami, parece que el equipo lo ha dejado solo. Va todo el tiempo contra la marea y obviamente eso lo hace cometer errores. Pero el fondo es el poco apoyo de Red Bull. Ese RB19 no está perfecto, no está como el Verstappen. No tiene la puesta a punto correcta y sí, es un toro, pero ya sabemos lo que impacta cualquier cambio en un F1. Simplemente con gomas diferentes puedes ser un segundo más lento, así de sencillo.
A eso hay que agregar todas las críticas de la prensa, sobre todo neerlandesa. Y que cada vez que pasa cualquier cosa, todos piden que lo bajen del asiento. Pero no consideran que Pérez sigue en el segundo puesto del campeonato, aún con el enemigo en casa y que lo va a pelear con todo su ser hasta la última vuelta en Abu Dhabi.
Esto no es nuevo, Checo ha estado en situaciones muy críticas durante las 13 temporadas que ha competido. El 2013 en McLaren fue una pesadilla que casi termina, demasiado pronto, con su carrera en la máxima categoría. Luego la situación económica de Force India, donde el mexicano tuvo que apoyar para mantener a flote al equipo y permitir así que Lawrence Stroll lo comprara.
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Así se convirtió ese equipo en Racing Point, donde, tras dos exitosos años de Checo sobre sus rivales y el único triunfo del equipo, decidieron darle las gracias con muy poco tiempo, dejándolo nuevamente casi fuera de la F1. Fue ahí donde llegó su asiento soñado en Red Bull.
Un asiento que le ha traído tantas alegrías como pesares. Hoy es un momento obscuro, pero estoy segura que ha valido todo la pena. Como aficionada, sé que lo ha valido para los que lo vemos competir.
Pero estos últimos días, solo se habla de su bajo rendimiento. De darle su asiento a alguien más, porque dicen que cualquiera lo podría hacer mejor, cuando se demostró que nadie en ese segundo garaje de Red Bull se había podido acercar siquiera a Max Verstappen. No se hable de ganar carreras.
Hoy, amanecimos con fuertes rumores de la salida de Helmut Marko de Red Bull, el máximo detractor de Pérez. Así que parece que todo lo que ha dicho lo está alcanzando. Veremos en la semana si solo eran rumores.
En cuanto a Checo, yo la verdad, estoy cansada de escuchar que lo van a despedir. Si pasa, pues pasó y definitivamente no reflejaría quién es Sergio Pérez como piloto.
Eso no cambiaría todo lo que ha hecho en la F1, porque su nombre está grabado en la historia de la máxima categoría. Guste o no, así es.
Yo confío en que volverán los resultados, podrá manejar la situación y esto solo será otra gran historia que contar, sobre el mejor piloto mexicano hasta la fecha. Si hoy lo despidieran, Sergio Pérez no le debe nada a nadie, porque ya demostró en 13 temporadas su calidad. Por eso solo queda disfrutar todo el tiempo que esté en la pista y confiar en que sean suficientes para verlo todavía más alto.
Arturo aH
16/10/2023 at 08:50
Muy Betty, magnifos comentarios. Y si habrá que esperar los que sin duda serán grandes resultados que dará, y dará que imaginar su futuro mejor en otro equipo, callando las bocas de muchos.