Después del GP de Australia, el primero de 2018, la Fórmula 1 llega a Bahréin, donde veremos a los coches correr de noche en un circuito situado en el desierto. El equipo Alfa Romeo-Sauber llega al segundo Gran Premio de la temporada con ganas de mostrar sus avances.
Marcus Ericsson, que sufrió un abandono en Melbourne, ha afirmado que conoce bien el circuito de Bahréin, el cual puede ser muy difícil si el tiempo no acompaña.
“Bahréin es una pista que conozco muy bien. He estado muchas veces y me gusta pilotar allí. Es una pista que tiene varios desafíos, como la arena que lo rodea. Esto puede ser determinante, depende del viento y de las condiciones climáticas”.
Para Ericsson, este circuito, que permite más adelantamientos que Australia, tiene una de las curvas más complicadas de la temporada.
“En el medio del circuito hay una curva a la izquierda muy técnica, que es una de las más difíciles del año. También ofrece algunas buenas oportunidades de adelantamiento que espero con muchas ganas. Después de ver nuestro potencial en Australia, vamos a la segunda ronda con sensaciones positivas”.
Por otro lado, Charles Leclerc disputará su segunda carrera en la máxima categoría del automovilismo, tras acabar 13º la anterior. Bahréin es un lugar que conoce de Fórmula 2 y ha hablado sobre la posibilidad de diferentes estrategias debido a la degradación de los neumáticos por las altas temperaturas.
“Después de mi primera carrera de Fórmula 1 en Australia, estoy deseando llegar a mi segunda ronda, porque estaré familiarizado con todas las actividades que tendrán lugar en la pista durante el fin de semana. Estoy emocionado por ir a Bahréin, tengo grandes recuerdos de cuando corrí allí en Fórmula 2. Tuve una de mis mejores carreras allí”.
“La pista es interesante. Las temperaturas son muy elevadas, por lo que es muy agresivo con los neumáticos. Esto crea estrategias interesantes por la degradación. Veamos qué trae la próxima carrera”.