Nos encontramos a pocas horas del inicio de una nueva temporada del campeonato del mundo de F1. Un año que para Carlos Sainz será especial, ya que hará su debut en una de las escuderías, (aunque ahora este de capa caída) más históricas del campeonato y con más triunfo a sus espaldas, y si por eso no fuera poco, lo hace en sustitución de su gran ídolo, Fernando Alonso.
Pero sin lugar a dudas, este inicio de campaña estará marcado por la noticia que ha conmovido todo el paddock esta misma mañana, la inesperada muerte de Charlie Whithing, el que era director de carreras de la competición.
Como no podía ser de otra manera, el español ha tenido un recuerdo para él:
«Con Charlie tenía una relación muy buena. Pasaba mucho tiempo con él fuera de las reuniones y detrás de las cámaras. Me he quedado en shock cuando me he enterado de la noticia estaba mañana. Sin duda será un triste comienzo de temporada.
Charlie era una de esas personas que siempre estaban ahí cuando lo necesitabas para tratar algún asunto o simplemente para hablar un rato. En una ocasión, en mi primer año en la Fórmula 1, se acercó un día para decirme lo bien que lo que estábamos haciendo, pero a la vez para darme un toque en otros aspectos. Todos lo vamos a echar mucho de menos.»
El español ha señalado que terminaron muy contentos de cómo fueron las cosas en los test de Barcelona y que lograron realizar todo el programa previsto:
«Tuvimos unos buenos test, especialmente la segunda semana. Pudimos cubrir todo lo que necesitábamos. Estábamos contentos con cómo iban las cosas y aunque no sabemos dónde estamos realmente respecto al resto de rivales, acabamos contentos con cómo mejoró el monoplaza durante las dos semanas de pretemporada. Llegamos aquí sabiendo más o menos la configuración con la que queremos empezar, y estoy contento con eso».
Sainz ha explicado que tras los test, volvió a Woking, y explica como vio de entusiasmado a todo el equipo:
«Volví a la fábrica después de los test y vi a muchas personas trabajando duramente en el proyecto, mucha gente entusiasmada con cómo van las cosas, cómo se está viendo el progreso».
A pesar de estas buenas palabras, Sainz se muestra muy cauto respecto a las posibilidades para este fin de semana.
«Sinceramente, nuestras expectativas son bajas para este GP. No sabemos dónde estamos, pero sabemos que hemos hecho nuestros deberes y que estamos mejor preparados que en otros años. Pero por desgracia no conocemos de verdad nuestro rendimiento. Empezaremos a saber dónde está el coche después de los Libres 2 y entonces veremos. Solo puedo decir que me muero de ganas de subirme al coche.»