La temporada 2019, tiene pinta de llevar a convertirse en la peor en la historia del equipo Británico. El equipo afincado en Grove ve como una serie de problemas organizativos y económicos están lastrando las posibilidades de los equipos míticos en la historia de la máxima competición.
Ahora que llegamos a los 1000 GP, los 42 años de historia de la formación, con 9 campeonatos de equipos, 7 de pilotos y 114 victorias en GP, no merecen ver la actual situación de Williams, y lo peor es que la cosa no tiene pinta de mejorar. Y si el año pasado, ya fue triste, este puede resultar aun peor.
Llegamos al GP de China, tercera cita de la temporada, y si no hay milagro, el equipo lleva camino de volver a cerrar la tabla clasificatoria, como ya ha ocurrido en Melbourne y Bahréin.
George Rusell asegura que se muere de ganas de pilotar en Shanghái, circuito que es nuevo para él y asegura que es muy especial poder participar en el GP 1000:
“No puedo esperar a competir en China, ya que es una pista en la que todavía no he pilotado y siempre es una gran experiencia descubrir un circuito nuevo. Este es el GP número 1.000 en la historia de la Fórmula 1, y la verdad es que es genial ser uno de los 20 pilotos que estarán presentes en un acontecimiento de tan importante. Hay mucha historia en este deporte, y la de Shanghái será una carrera para el recuerdo, por lo que estoy extremadamente orgulloso de ser parte de los pilotos que estarán en la parrilla este fin de semana”.
Su compañero Robert Kubica, asegura que la de este fin de semana puede ser una carrera difícil, como si el resto no lo hubieran sido para ellos, y asegura que las circunstancias especiales del trazado dificultan poner a punto el coche:
“Las características de las primeras carreras del año son variadas, lo cual permite a los equipos aprender más acerca de su nuevo monoplaza. China puede ser una carrera muy inconsistente y difícil. La pista tiene muchas curvas largas y cerradas, como por ejemplo las tres primeras, mientras que por otro lado tienes algunas de baja velocidad, curvas de alta velocidad y rectas muy largas que terminan en frenadas muy fuertes. Estas condiciones, al igual que el clima variable, dificultan el ajuste del coche. Aún tendremos que esperar para ver qué nos depara el clima, pero no puedo esperar para volver a China.»
Robert también quiere hacer constancia de lo especial que es poder estar en la parrilla en una cita como esta:
«Sin duda, será un privilegio estar en el GP 1000 en la historia de la Fórmula 1, ya que es un gran éxito para el mundo de la categoría y sus fans. Estoy orgulloso de formar parte y tener la oportunidad de participar”.