El más reciente triunfador de un Gran Premio ya cuenta las horas para volver al coche. Antes, Max Verstappen hablaba públicamente y tocaba diferentes temas, empezando por las cenizas de su encuentro en pista con Charles Leclerc en el Red Bull Ring.
«Los comisarios vieron una repetición tras otra, aunque para mí estaba muy claro; realmente, si no hubiera habido escapatoria en el exterior, él habría frenado para no salirse. Pero como fuera hay asfalto, se mantuvo fuera y esperó el contacto y la sanción. No me parece correcto, porque si es una curva diferente no te quedas fuera».
La estrella holandesa también respondió en un tono más informal alrededor de detalles de la celebración de la victoria:
«Pues no hubo grandes fiestas. No creo que tenga que celebrarlo sin parar. Llegué a casa bastante tarde, me puse Netflix un poco y me fui a dormir. Estaba muy feliz y todo eso, pero no necesito ir a comprar una botella y acabar dando tumbos».
Tras la sexta gesta en el palmarés de Mad Max, el piloto recibió otra clase de preguntas, entre ellas una proposición que curioseaba con ver al holandés acompañando al pentacampeón Lewis Hamilton en Mercedes:
«Siempre me juntan con Lewis, no veo por qué. Hay cantidad de pilotos excelentes ahí fuera. Hay muchos buenos pilotos que podrían competir con él».
Max Verstappen lidera con rigor y brillantes actuaciones a la nueva generación de pilotos sobresalientes. Con personalidades más abiertas, afines a charlar por gusto tras numerosas temporadas compartidas en el karting.
Las luchas con los diamantes sin pulir de Charles Leclerc, Carlos Sainz y Lando Norris entre otros, se sucederán, y el holandés predice que el transcurso del tiempo hará de esas las batallas que nombren campeones:
«Si pensamos en nuestra edad comparada con la de otros pilotos, en algún momento nosotros lucharemos por las victorias. Ese día Lewis será demasiado viejo. Que los más jóvenes acabemos tomando el control de la F1 sería lo más normal».