Estamos en la recta final del calendario y la próxima carrera que se disputa no es otra que en el mágico y nocturno trazado de Singapur. Un circuito único en el calendario que supone un reto para los equipos y para los propios pilotos.
El reto es mayúsculo debido a que es un circuito urbano donde los muros están muy cerca, por lo que el hecho de realizar un adelantamiento es una cuestión de fe. A pesar del rebufo entre monoplazas y las zonas de DRS no es suficiente.
La FIA ante esta dificultad añadida ha decidido colocar una zona más de detección de este sistema con el fin de aumentar el número de adelantamientos posibles que se den en carrera.
Las zonas para que las recordemos están situadas en la recta de meta, entre las curvas 5-7 y, por último y la novedad de este año, 100 metros antes de la curva 13 en el último sector. Esta zona de DRS, a pesar de que, a primeras, parezca insuficiente puede ser de ayuda para acercarse y así, estar mas cerca en la recta de meta y poder adelantar más fácilmente.
Todo ello supone una ayuda más para que cada equipo y piloto pueda alcanzar el mayor resultado posible. Durante la clasificación será una ayuda más para intentar arañar más décimas al crono por lo que los tiempos, se esperan, que sean más rápidos.
Tendremos que tener en cuenta que habrá que tener cuidado con las banderas amarillas y el Safety Car ya que es un circuito muy propenso a accidentes de todo tipo, al ser un circuito muy estrecho y a tener los muros muy cerca.
El viernes los monoplazas probarán esta zona, pero no será hasta el sábado y el domingo donde veremos si esta zona nueva de DRS tiene utilidad o no ha aportado nada nuevo para el espectáculo.