En Fórmula 1, se suele decir que un piloto es tan bueno como el resultado de su última carrera. Bien lo sabe Sebastian Vettel. El piloto de Ferrari ha sido sin duda uno de los más criticados de la parrilla a lo largo de esta temporada. El que debería haber sido un duro oponente para Lewis Hamilton en la lucha por el título, no es más que cuarto en la clasificación de pilotos, por detrás de su compañero de equipo.
La temporada del alemán se ha visto salpicada por diversos errores de conducción, algunas situaciones de mala suerte y el abrumador crecimiento de Charles Leclerc. Todo ello ha llevado a diversos medios de comunicación a llegar a hablar incluso de retirada.
El Gran Premio de Italia fue sin duda el peor momento de la temporada para Sebastian Vettel. La victoria de Leclerc en la carrera de casa para el equipo Ferrari contrastaba con el trompo y posterior sanción del alemán. No obstante, las críticas y reproches que recibió por ello se convirtieron instantáneamente en halagos y vítores cuando dos semanas después ganó el Gran Premio de Singapur:
«A veces es difícil no escuchar las críticas», confesaba Sebastian en una entrevista exclusiva a Motorsport.com. «El mundo se está moviendo muy rápido estos días. Creo que la gente juzga demasiado rápido. Esa es mi opinión. No pasa solo en la Fórmula 1. No hay un tratamiento diferente a si miras otros deportes, o si miras fuera de los deportes, en la política».
El piloto señala que los cambios tan repentinos de opinión sin motivo justificado suponen una falta de credibilidad:
«Es una pesadilla. Cada día que juzgas, cambias de opinión. Pero creo que no es creíble, porque si defiendes algo, tus valores o tu opinión, ¿cómo puedes cambiarla de la noche a la mañana? A menos que tengas una razón. Pero la cambias de nuevo la noche siguiente».
Vettel ha confesado que en Ferrari como fans del deporte leen y escuchan aquello de lo que se informa en los medios y las redes. Por ello, las críticas y las malas opiniones afectan al equipo debido a que cuestan más de borrar de la memoria de la gente:
“Tenemos mucha gente en el equipo y obviamente todos somos fanáticos de este deporte. Somos apasionados, por lo que la gente sigue lo que se dice y se escribe. Eso no ayuda. A veces las cosas negativas llevan un poco más de tiempo sacarlas de la cabeza de las personas».
Aun así encuentra gracioso el hecho de que se cambie de opinión tan repentinamente. No comparte la opinión de que ganar o no una carrera determine el estado de forma general del equipo:
«Pero es bastante divertido, porque tres días antes dicen que todo está mal, y luego una carrera después de que dicen que todo está bien. Para mí no es tan malo, porque he estado presente por mucho tiempo y ya he visto muchos altibajos».
Al preguntarle si le gustaría acabar su carrera deportiva en Ferrari explicó que su decisión de seguir después de 2020 estará condicionada por el rumbo que tome la nueva regulación de 2021:
«No sé. Quiero decir, supongo que no estoy mirando demasiado lejos, pero no lo sé. Creo que depende mucho de lo que suceda con las reglas. Creo que depende del año que viene. Y luego veremos desde ahí».
Cree que desde que comenzó la era híbrida las distancias entre Mercedes y sus competidores se han acortado de manera significativa, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer para que los equipos más pequeños puedan dar también ese salto:
«Hemos visto que cuanto más tiempo estén vigentes las reglas, más se acortan las diferencias. Pero solo es cierto para los tres mejores equipos, todavía hay una brecha bastante grande para los equipos detrás. Se tienen los mejores equipos y los mejores pilotos a la cabeza, sin importar las reglas que estés ejecutando, pero seguro que será mejor si todos estuviesen más juntos».
El alemán no se ha mostrado demasiado optimista sobre la nueva normativa, pero apoya la idea de que hay que hacer cambios. Asegura que se invierten cantidades de dinero desorbitadas para con seguir una diferencia de rendimiento mínima:
«Espero que lo que salga sea bueno para el deporte, porque algo tiene que suceder. Todo el mundo está gastando una gran cantidad de dinero para tratar de encontrar solo un poco de rendimiento. En cierto modo, debe simplificarse».
Para finalizar, coincide en que se debe mantener la esencia de la Fórmula 1, con la competición entre diferentes fabricantes y motoristas, pero sin duda algo debe simplificarse en el futuro:
«Siempre hay una delgada línea entre mantener el ADN de la Fórmula 1 e intentar unir a todos. No hay que tener los mismos coches para todos con los mismos motores, porque esa no sería la Fórmula 1. Pero algo debe suceder, porque de lo contrario creo que es muy difícil dominar el futuro y los próximos retos de las carreras de motor «.