Charles Leclerc se ha sincerado antes de los esperados test de pretemporada en Barcelona. Afronta su segunda temporada en la Scudería Ferrari y ha puesto el listón muy alto. Después de dos años de continuo aprendizaje, ha confesado que aspira seriamente a lograr su primer título mundial en 2020.
Sin embargo, la vigente temporada aún estará sometida al reglamento actual y Mercedes sigue siendo el claro dominador. Además, Lewis Hamilton se encuentra en su mejor estado de forma. Aspira a su séptimo título mundial.
Leclerc es consciente de ello, pero no olvida que este es el último año en el que la inversión presupuestaria será ilimitada. De este modo, los equipos podrán invertir con mayor ímpetu en la mejora de sus prestaciones y por tanto, superar los resultados con mayor facilidad. No obstante, se muestra cauto y paciente en el logro del objetivo que desea todo piloto.
«Espero ganar el Mundial en 2020, pero si no, no me importa esperar hasta 2021 si estoy seguro de que voy a ganarlo. Creo que va a ser muy complicado y creo que 2020 va a ser un año muy importante porque los equipos van a invertir mucho antes del techo presupuestario de 2021», ha expresado para Crash.net.
«Voy a intentar estar lo mejor preparado posible para 2021 porque creo que va a ser un gran año. Afortunadamente trabajaremos correctamente como equipo para fabricar un buen coche y así pelear por el Campeonato».
Sin duda, el monegasco busca un objetivo de alta envergadura. Considera que el título está muy caro. De este modo, el trabajo duro en armonía con el equipo es el camino principal para llegar a la cima. A su juicio, hay piloto y staff con la calidad suficiente para entrar en el selecto grupo de Campeones del Mundo.
«El objetivo es siempre apuntar lo más alto posible porque si fallo solo puedo tener un resultado un poco peor. Básicamente, ser campeón del mundo. Es muy, muy optimista pero siempre quiero el máximo. Esto es lo que hay e intentaré dar todo para intentar ganar. Al final, piloto para mí y tengo al mejor equipo. Quiero darles lo que se merecen así que tengo que completar el trabajo en pista».
A pesar de sus aspiraciones, considera que el título debe ser la consecuencia de un trabajo sublime entre piloto y equipo. Esta dosis de ambición, humildad y optimismo es bienvenida en un equipo que lleva trece años sin ganar.
Además, ha visto delante de sus narices como la relación entre Ferrari con pilotos de enorme prestigio como Sebastian Vettel y Fernando Alonso se vio debilitada con el paso de los años. ¿Será Leclerc el salvador deseado por los tiffosi?