Aún no ha finalizado la vigente era reglamentaria cuando ya han quedado abiertas sobre la mesa propuestas que sucedan a la Fórmula 1 planteadas a partir de 2022. El horizonte queda estipulado de cara al año 2026.
Uno de los sueños de los aficionados es atraer un mayor número de fabricantes de cara a la competición. La Fórmula E es uno de los referentes en lo que se fijan gran parte de los aficionados. Nissan, Jaguar, BMW, Audi, Porsche o Mercedes ofrecen las delicias en la competición eléctrica.
También llenan de nostalgia a la primera década de los 2000 por la gran cantidad de equipos de fábrica que invirtieron en Fórmula 1, pero acabaron retirándose a consecuencia de la crisis económica. Por tanto, considera necesario atraer la inversión de nuevas marcas sin hipotecar su futuro empresarial.
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Por ello, Ross Brawn, actual director de competición de la F1, afirma que están estudiando meticulosamente el nuevo modelo de unidad de potencia que puede imperar en las próximas eras. Antes, considera inviable la entrada de nuevos fabricantes sin conocer cuál va a ser el futuro de la competición tras la recesión económica ocasionada por el COVID-19 y su consecuente techo presupuestario.
«No queda tanto tiempo para plantearse diseñar un nuevo motor. El diseño tiene que empezar 18 meses antes. Ahora estamos viendo con la FIA y los fabricantes cómo debería ser la próxima unidad de potencia.
Creo que es una oportunidad para involucrar a nuevos participantes y necesitamos definir una especificación para hacerlo. Estamos viendo qué motor es el adecuado para ese período. Nadie va a invertir en el motor actual porque va a terminar en ese momento, y ponerse al día es una inversión muy importante.
Tenemos claros los objetivos de relevancia, económicos, que sea un buen motor de carreras, que debe cumplir. Sabemos lo que queremos lograr, pero aún no hemos definido cómo será. Seguimos creyendo que existen enfoques alternativos para el futuro. No creemos que haya una única solución».
Para esta futura Fórmula 1, no olvida la transición tecnológica y ecológica que está teniendo lugar en el Mundo de la Competición. 2014 fue el pistoletazo de salida para la era híbrida y el inicio de la Fórmula E. Además, el Mundial de Motociclismo ha incorporado Moto E en las categorías incluidas en Dorna.
Por tanto, Ross Brawn ha confesado que los combustibles sostenibles tendrán relevancia en vistas al futuro a medio-largo plazo. Pero aún no ha quedado definida cómo será la unidad de potencia que nos cautivará en los circuitos.
“Creemos que podemos ocupar un papel muy relevante. Los combustibles sostenibles son un aspecto importante para nosotros, porque sea el motor que sea, tendrán un papel destacado. Estamos trabajando con algunos de nuestros socios en una estrategia para introducir combustibles sostenibles en la F1. Por lo tanto será un importante elemento de futuro. Por el momento no tengo una idea de cómo será el motor».
«De momento creo que tendrá tecnologías similares a las de ahora. Hay una serie de motores radicales en el horizonte, pero no creemos que estén lo suficientemente bien asentados como para que en 18 meses podamos comprometernos con ellos».
