Por segunda vez en la era híbrida, el GP de Portugal nos ha regalado una vista del circuito de Portimao muy especial.
La clasificación ha sido muy parecida a la del año pasado, con una inusual característica: los mejores tiempos se consiguieron en la Q2.
Valtteri Bottas se quedó con la pole position, negándole a su compañero de equipo llegar al centenar de ellas. No pudo festejarlo en el fin de semana homenaje a uno de los ídolos de todos los tiempos: Ayrton Senna.
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Ambos Red Bull bloquearon la segunda fila de la parrilla, amenazados por el Ferrari de Carlos Sainz y el Alpine de Esteban Ocon, con distintas estrategias de neumáticos contra los 4 punteros.
Los semáforos se apagaron y la salida tuvo su habitual emoción, pero también el ya tradicional cuidado de prácticamente todos los pilotos de no arruinar su carrera en la primera curva.
Los Mercedes salieron disparados, protegiéndose mutuamente sin dejar resquicio a sus rivales. Max Verstappen tuvo una buena salida, pero no le alcanzó el ataque, aunque estaba muy cerca de los punteros.
Sergio Pérez tuvo una mala salida, y Sainz le robó la cartera, mientras que Lando Norris tuvo una espectacular arrancada, aprovechando sus gomas medias, y se colocó delante del Ferrari y del Red Bull.
Esteban Ocon tampoco pudo mantener su posición con el McLaren, pero no se despegó tanto luego de que el calentamiento de sus gomas se estableció.
Charles Leclerc no tuvo tanta suerte tampoco, aunque consiguió mantenerse delante del AlphaTauri de Pierre Gasly.
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Más atrás, Kimi Räikkönen tuvo un contacto con su compañero de equipo, Antonio Giovinazzi, que pareció frenar justo cuando el finlandés se colocaba en posición de adelantamiento. El resultado fue la pérdida del alerón delantero, provocando que Kimi no pudiera tener el control de su auto. La leca impidió que se tocara con el muro, pero ahí terminó su carrera.
Se desplegó el Safety Car y las estrategias de los de la media tabla para abajo cambiaron un poco. Ferrari no tuvo una elección adecuada, dado que el rendimiento de Sainz se vio afectado claramente con las gomas medias.
En la relanzada, Max consiguió adelantar a Lewis Hamilton. Se puso en modo persecución de Valtteri Bottas, pero a pesar de todos los esfuerzos, no pudo acercarse lo suficiente.
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Mientras, Checo encontraba de nuevo su ritmo y recuperó su cuarta posición.
De ahí, la carrera se convirtió en casi un trenecito, cambiando posiciones los de Mercedes para beneficiar al campeón.
La carrera estuvo más bien en las batallas de la media tabla, con los McLaren demostrando lo que pueden hacer, y los Alpine sorprendiendo mucho dada la falta de rendimiento que habían demostrado el sábado.
En el ecuador de la carrera, las estrategias de los punteros fueron lo que nos mantuvo en suspenso. Red Bull consiguió adelantar desde boxes al Mercedes de Bottas. para quedarse con la segunda posición, que no perdería hasta el final.
Red Bull decidió mantener a Checo en punta luego de que los otros tres autos entraran a pits, un poco más de lo que estaba planeado desde el inicio. Quizá intentaron ralentizar un poco a Hamilton, pero las gomas medias de 56 vueltas no tenían nada que hacer con las duras recientes del inglés.
La batalla por la vuelta rápida mantuvo un poco la emoción al final. Primero el Mercedes con Bottas, luego el Red Bull, pero a Max le quitaron el tiempo por exceder límites de pista en la curva 14.
Al final, el triunfo para el campeón, demostrando que Mercedes no está para nada detrás como toda la semana lo habían estado insinuando.
La sorpresa, sin duda, ha sido Alpine, con Fernando Alonso adelantando en las últimas vueltas a tres autos. Quedó a tan sólo 1 segundo de su compañero de equipo para quedarse con la 8va posición.
La siguiente semana nos veremos en el GP de España, y si las cosas siguen igual, esperemos ver una batalla un poco más reñida por la punta.
@fia
