En esta nueva temporada de 2022, los autos tendrán una apariencia completamente diferente. La razón principal es la gran tarea que recayó sobre los hombros de Ross Brawn, quien después de dejar Mercedes, fue contratado por los nuevos administradores de la F1 como consejero técnico.
El principal objetivo de su asignación fue claro: hacer que la competencia fuese mejor, con más rebases y más espectáculo en pista.
En entrevista con el New York Times, Brawn establece la línea base:
“Hay una añeja sospecha de que los autos no eran muy fáciles de conducirse uno junto al otro en competencia.
El desempeño del auto que seguía a un contrario era afectado muy gravemente al estar en la zona de turbulencia. Empezaba a perder rendimiento conforme se acercaba y eso era muy malo para una buena carrera”.
A partir del ingreso de Brawn, la filosofía y el desarrollo de la nueva reglamentación ha sufrido un cambio fundamental:
“El reglamento técnico evolucionaba a través de las propuestas y sugerencias de los equipos. Nunca tuvieron como prioridad mejorar la calidad de las carreras. Y de repente, nos dieron recursos para hacerlo”.
El equipo de desarrollo se propuso entonces entender el por qué de la pérdida en el desempeño aerodinámico. Y después diseñar un auto con el que fuese más fácil seguir, rebasar y luchar en pista.
Se construyeron modelos y se trabajó en túnel de viento por años. Los resultados han encarnado las reglas técnicas del año 2022.
El principal cambio no está a la vista, sino que literalmente está por debajo. La bala de plata del inglés para mejorar la calidad de la competencia, eran los autos con efecto suelo. Esto reduce de manera estructural la turbulencia provocada por las alas altas y los aditamentos aerodinámicos de los costados de las tomas de aire. Así, al reducirse la turbulencia, los autos que corren atrás se ven menos afectados.
Brawn lo ejemplifica así:
“Para darte una idea de los números, el auto de este año, cuando está a menos de dos largos de distancia del auto de enfrente, pierde la mitad de su rendimiento aerodinámico.
El nuevo auto pierde solo el 10 o 15% de su rendimiento, es una diferencia importante”.
Sin embargo y, a pesar de que el ingeniero inglés y su equipo han difundido de manera constante las ventajas del nuevo reglamento, también asegura los equipos han protestado de diferentes maneras, principalmente porque se sienten enfrascados en un corredor muy estrecho que limita su creatividad:
“Cuando los equipos vieron las reglas por primera vez, hubo llantos y quejidos en el sentido de que les habíamos arrebatado su libertad creativa, pero, conforme las exploraron, vieron que tenían muchísimo potencial todavía”.
En general, Brawn se siente feliz por los cambios y remata con mucho optimismo ante la pregunta de que si espera una mejor calidad en el espectáculo:
“Si, tendremos autos con rendimientos mucho más cercanos”.
Todavía está por verse, así que tendremos que esperar a la primera carrera para confirmar que las nuevas reglas funcionen.