El español Carlos Sainz vivió en Imola, tierra de Ferrari, una de las mayores decepciones en cuanto a su carrera dentro del equipo. Aunque no ha sido totalmente su responsabilidad, repitió el desafortunado abandono en Australia.
El incidente en el GP de Emilia Romagna fue provocado por Daniel Ricciardo, que perdió un poco el control de su auto en Tamburello y tocó al Ferrari para sacarlo de pista con un trompo. El australiano se las ingenió para salir de la grava, pero su carrera igualmente estaba arruinada.
Es entonces que Sainz menciona que, terminando la carrera, Ricciardo se acercó al box de Ferrari para ofrecer una disculpa. Un gesto que al español le pareció muy bien:
“Creo que dice mucho de Daniel como piloto y como deportista que, inmediatamente después de una carrera, donde se pudo ver que había sido difícil, haya ido a enfrentar al box de Ferrari y disculparse conmigo.
Todos los mecánicos estaban ahí también, y por supuesto que todos le agradecimos el amable gesto. Por eso es que no tenemos resentimientos con Daniel por lo que pasó. Es algo que podría pasarle a cualquiera.
Desgraciadamente fui el afectado, luego de que venía el accidente en Melbourne. Así que dolió. Pero el accidente no tiene ningún misterio. Al ver la on board y lo que pasó, creo que está muy claro para todos”.
A pesar de tener dos abandonos consecutivos, lo que más frustra a Carlos es la pérdida de valiosos kilómetros a bordo del F1-75:
“Los incidentes son completamente diferentes, pero con resultados similares. O sea que terminas sin dar ninguna de las 60 vueltas de la carrera. En este momento para mí sería muy útil poder hacerlo.
Es por esto que el resultado no duele tanto en realidad. Lo importante es que estoy perdiendo mucho tiempo en pista. Perder tantas vueltas con este nuevo coche en las dos últimas carreras es una verdadera pena.
Así que lo más difícil es que han sido dos veces consecutivas. Siempre habrá una carrera en la que cometas un error a lo largo de la temporada. Y también siempre habrá otra carrera en la que te hagan abandonar.
Entonces, lamentablemente, a mí me ha sucedido de forma consecutiva. Por eso es que duele más y obviamente es más duro. Pero confío en que lo dejaremos atrás y así poder concentrarnos en lo que resta del año”.
Un golpe que le cobrará seguramente caro por el hecho de que su compañero parece haber entendido mejor el auto. Sainz tendrá que remar contra corriente si quiere alcanzar el rendimiento que necesita para pelear por los podios. El auto lo tiene, veremos su fortaleza mental de aquí en adelante.