La cruenta batalla por el desarrollo en la F1 está dejando mella en la parte más sensible del organismo de los equipos, el bolsillo.
En los últimos días, Mattia Binotto por Ferrari y Helmut Marko por Red Bull, han intercambiado declaraciones sobre el gasto que sus respectivos equipos durante la temporada. El equipo italiano ha sido el más agresivo, preparado un informe detallado de sus gastos que compartió a la FIA.
Los organizadores de la F1 ya han visto afectados sus planes cuando los equipos y la propia federación rechazaron un incremento a 6 Carreras Sprint dentro del calendario de este año. El principal argumento fue la negativa de varios jefes de equipo al incremento del presupuesto que las escuadras más grandes buscaban.
En el marco del GP de España, Christian Horner, Jefe de Red Bull, ha vuelto a la carga buscando incrementar en todo lo posible el techo presupuestario de 140 Millones de Dólares para el año 2022.
El controvertido inglés blandió a la inflación internacional del inicio de este año como principal argumento:
“Las tarifas de electricidad, los costos de vida, todos los egresos han crecido exponencialmente y la F1 no es la excepción. Los costos de transporte de carga se han cuadruplicado y eso no es algo que podamos controlar”.
Horner insistió en que la FIA tendría que intervenir:
“Siete de los diez equipos podrían no participar en las últimas 4 carreras de la temporada si es que quieren mantenerse por debajo del límite de presupuestos. Y no es solo los equipos más grandes. Son los equipos de media tabla lo que están sufriendo más con la inflación”.
Al parecer, la posición del equipo austriaco es apoyada por Ferrari, Mercedes y McLaren. No así por Alfa Romeo, Alpine y Williams, quienes han votado en contra de un incremento al presupuesto en razón de la inflación.
La propuesta se presentó el pasado mes ante una comisión evaluadora conformada por los propios equipos, la F1 y la FIA. El incremento propuesto utilizaba las cifras de inflación del Fondo Monetario Internacional.
La disputa presupuestaria ha creado una brecha entre los equipos con más recursos y los más pequeños. Pero a estos últimos se les ha sumado Alpine, uno de los 4 equipos de fábrica. La escuadra francesa ve en el techo inflacionario un excelente instrumento para mantener a su programa de F1 bajo control.
No hay sanciones deportivas claras en caso de que un equipo no cumpla con el límite del presupuesto, aunque esa misma opacidad en la regla puede suponer que la autoridad tendría incluso la capacidad de descalificar a un equipo del campeonato. Algo que ya tiene precedente en incidentes antideportivos.
Dos ejemplos de descalificación de una temporada son Michael Schumacher como piloto en 1997, al encontrarle culpable de intentar chocar con su rival al título en ese año. Y McLaren como equipo en el 2007, tras el tristemente célebre escándalo de espionaje a Ferrari.
Es muy probable que se siga escuchando cada vez más de este tema conforme avance la temporada. El esfuerzo de desarrollo en pista obligará a los equipos a utilizar todos los recursos a su alcance para hacer sus monoplazas más rápidos.