El inicio de la temporada 2023 ha sido todo, excepto satisfactorio para Mercedes. El W14 demostró ser el cuarto auto de la parrilla, superado incluso por uno de sus equipos clientes, Aston Martin.
Esta situación, que no habíamos visto en muchísimo tiempo, pone las cosas complicadas para todo el equipo alemán. Toto Wolff, el jefe de la escudería, ha dicho ya que necesitan tomar decisiones pronto sobre lo que harán a partir de ahora.
Según las propias cifras de la F1, la diferencia contra Red Bull en el GP de Bahréin fue de más de 7 décimas. Una distancia considerable tomando en cuenta que los de Brackley han puesto un esfuerzo enorme en el desarrollo y mejoramiento del auto.
Confirmadas las mejoras para Imola, Wolff ha puesto en duda si continuarán con este concepto para las próximas carreras. El cambio de dirección que está proponiendo el mandamás de la escudería es algo significativo.
Claro que estaría bien para 2024, pero Wolff ha manifestado que deberán considerar cambiar por completo el rumbo lo antes posible. Sin embargo, Mercedes se enfrenta a la complicación de los límites presupuestarios, por lo que no podrán tener dos proyectos al mismo tiempo.
“Recortar semejante diferencia con Red Bull es extremadamente difícil, sin embargo, es lo que tenemos que hacer. No existe otra opción.
En cuanto al límite presupuestario, no estoy seguro de que nos limite más la posición en la que estamos. Así que tendremos que decidir la dirección que vamos a tomar, y poner ahí todos los recursos. Porque seguiremos desarrollando un coche. La pregunta es qué coche”.
La proyección de las mejoras para el GP de Emilia Romagna aportarían de dos a tres décimas, lo que no será para nada suficiente si se quiere llegar a pelear en la parte alta de la parrilla.
Wolff lo sabe muy bien, y es por lo mismo que insiste en que deberán ser audaces y tomar decisiones de inmediato en lugar de seguir retrasando todo:
“Lo abordaremos de inmediato. Si recordamos el lugar en el que terminamos la temporada anterior, en la que parecía que habíamos conseguido ponernos al día y que sólo era cuestión de saber en qué circuitos iríamos bien y en cuáles no, parece que hemos duplicado, o casi triplicado, la diferencia con Red Bull.
Entonces, debemos analizar todo esto. Porque los equipos que están en medio, como Ferrari y Aston Martin, son el espectáculo secundario. Claro que lo que Aston Martin consiguió es una muy buena inspiración. Remontaron dos segundos que tenían de desventaja, hasta llegar a ser el segundo equipo más rápido.
Pero con nosotros, todo ha salido mal. Aunque tenemos un ritmo a una vuelta decente, en carrera las consecuencias son abismales. Lo diré sin rodeos, nos falta carga aerodinámica, los neumáticos traseros patinan y claramente hemos dado un paso hacia atrás”.
Los pilotos por supuesto que tendrán que estar dentro del barco, y Wolff confirma que Lewis Hamilton y George Russell conocen las implicaciones y los sacrificios que tendrán que enfrentar a corto plazo:
“Los dos son plenamente conscientes de todo esto, porque lo estamos hablando abiertamente en todo el equipo. Todo el mundo dentro de la escudería es consciente de que no sólo es encontrar 3 décimas y pulir el coche.
Es ahora una situación de falta de rendimiento serio, y tenemos que encontrar algo que nos pueda poner de nuevo en posición de luchar por ganar carreras y en la pelea por los campeonatos”.
La “humillación” que sufrieron en pista por parte de los de Silverstone, pone la alerta roja en Brackley, y en una situación así, y con el poder que tiene Mercedes, no sería insólito que veamos el coche B tan pronto como en Australia.